En el vídeo elaborado por Anpier, los Magos de Oriente no dan crédito a lo oyen cuando les cuentan que esas 65.000 familias fueron las que movilizaron millones de euros, pedidos a la banca y avalados con sus propios hogares familiares, para dar los primeros y más difíciles pasos de la transición ecológica en España, que ahora transitamos con paso firme.
Con dificultades de todo tipo, lógicas cuando se inicia un cambio radical de paradigma tecnológico, “lograron sacar adelante sus instalaciones frente a un escenario de resistencias casi insoportable de aquellos lobbies que colocaron su primera línea de defensa en la propia negación del cambio climático”, explican desde Anpier.
“Estas familias nos han legado una solución esencial para evitar los peores efectos del cambio climático, para disfrutar de las ventajas del autoconsumo, para tener energía barata de la red y para gozar de una ventaja competitiva clave para nuestra economía, hasta ahora muy dependiente de los servicios y poco industrializada”.
El colectivo ha dado buena muestra de compromiso ético, promoviendo la necesidad de electrificar sobre renovables los consumos energéticos, “convenciendo casi puerta a puerta a vecinos y amigos de que la urgencia climática debe combatirse con cada pequeño gesto”.
“En cada parque fotovoltaico, en cada placa de autoconsumo y en los ahora muy económicos y limpios kWh diurnos que consumimos hay un pedazo de este tejido pionero productor fotovoltaico, cuyo premio ha sido ver cercenadas sus retribuciones y contemplar cómo a los inversores internacionales sí se van a ver compensados por tan injustos recortes retroactivos”, señalan desde la asociación fotovoltaica.