Naturgy invirtió alrededor de 167 millones de euros en la construcción de estas cinco infraestructuras: 34 millones de euros en La Nava, que tiene una potencia de 49 megavatios (MW); 33 millones de euros en Carpio de Tajo, que cuenta con otros 50 megas; y 100 millones de euros en el complejo solar Picón I, II y III, que suman 150 MW entre los tres. Carpio de Tajo se encuentra en el municipio de El Carpio de Tajo (Toledo). La Nava se halla entre los términos de Puertollano y Almodóvar del Campo (en la provincia de Ciudad Real) y Picón I, Picón II y Picón III están a las afueras de la localidad de Porzuna (Ciudad Real). Naturgy estima que la producción anual media de estas instalaciones girará durante su vida útil en torno a los 480 gigavatios hora de energía. Esa generación está permitiendo ya -explican desde la empresa- desplazar el uso de otras fuentes de generación eléctrica convencional, contribuyendo así a reducir en más de 345.000 toneladas las emisiones de CO2. La empresa ha implantado en sus instalaciones diversas medidas ambientales, como el pastoreo para controlar la vegetación de una forma natural.
Horizonte 2022
Naturgy se ha autoimpuesto la obligación de reducir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en, al menos, un 21% en el 2022 respecto al 2017, reducir en un 22% la intensidad de CO2 en generación eléctrica y que el 34% de su capacidad de generación sea de origen renovable en ese año (2022). Para conseguirlo, la compañía trabaja en una batería de medidas que están en línea con el objetivo global de frenar el aumento de la temperatura del planeta a un máximo de +1,5 grados con respecto a la temperatura media global de la Tierra en su etapa preindustrial (antes del año 1750). En 2019, Naturgy asegura ha destinado más de 400 millones de euros al desarrollo de proyectos renovables, "la cifra más alta en la historia de la compañía".Como resultado, la capacidad instalada total en renovables se incrementó hasta 2.580 MW al cierre de 2019.
