La clasificación de los módulos fotovoltaicos en los certificados de incendio va de la A a la C, siendo A el más alto, Cuanto más alto sea mayor certeza tendrán los propietarios de viviendas y los usuarios de edificios de la resistencia al fuego de sus sistemas de energía fotovoltaica. “Con los paneles Solarwatt, los clientes adquieren para sus tejados productos que cumplen con los más altos estándares de seguridad y calidad y, al contar con el certificado de fuego clase A, podemos probarlo de una manera fiable. Esto supone una garantía más de la tecnología vidrio-vidrio para nuestros instaladores”, explica Norbert Betzl, director de gestión de productos de paneles solares en Solarwatt.
Hasta ahora, los paneles de vidrio-vidrio producidos en Dresde (Alemania), sede de Solarwatt, habían obtenido automáticamente el certificado contra incendios clase C, ya que cumplían con todos los criterios básicos de seguridad en caso de exposición al fuego. Tras el éxito de las pruebas, el certificado VDE incrementará la seguridad contra incendios de los paneles de la clase C a la clase A para todos los productos de la serie 60x. De hecho, después de completar los ensayos requeridos para la obtención del certificado clase A, los paneles fotovoltaicos probados durante el test fueron capaces de obtener dos tercios de su producción original.
Procedimiento de evaluación en dos pasos
La norma IEC 61730-2 describe los requisitos para materiales y componentes, así como para los paneles fotovoltaicos. Son necesarias dos pruebas para el procedimiento de certificación de clase para incendios en los paneles solares. Una de ellas, es la prueba de propagación de llama para la clase A, en la que la superficie del elemento fotovoltaico seleccionado se expone a una llama de gas con una potencia de combustión de 378 kW durante 10 minutos bajo la influencia del viento. El laboratorio lo utiliza para evaluar la propagación de la llama en la parte superior del panel y entre el tejado y los paneles solares montados en la parte superior.
Durante la prueba, se enciende un bloque de madera colocado en el módulo y se observa si el fuego externo bajo la influencia del viento hace que los módulos se quemen. Para pasar este examen, no deben caerse partes brillantes o ardientes del banco de pruebas y el daño al módulo debe mantenerse al mínimo.