Así lo anunció el secretario de Energía Steven Chu, quien aseguró que en el tejado de la Casa Blanca estarán instalados a finales de mayo o principios de junio del próximo año paneles fotovoltaicos para generar electricidad y un calentador solar de agua caliente."Ha pasado mucho tiempo desde que no los hemos tenido allí", dijo Chu en una conferencia de energías limpias en la Universidad George Washington.
El techo de la Casa Blanca tendrá un estimado de 20 a 50 paneles que convertirán la luz en energía. Los sistemas, que se pondrá en la parte superior de la vivienda de la familia de Obama, y generará más del doble de la cantidad de electricidad consumida por un hogar medio en Washington.
Los costos se darán a conocer una vez que el Departamento de Energía seleccione una empresa para instalar los sistemas, pero el gobierno ha anunciado que los sistemas deben ahorrar cerca de 3.000 dólares al año en facturas de combustible.
Los ambientalistas y algunos empresarios del sector criticaron a Obama cuando este año no presionó al Senado para aprobar una ley sobre el clima que pudo haber estimulado el desarrollo de las energías renovables.
Obama dijo a la revista Rolling Stone a finales de septiembre que la futura política energética de EE.UU. podría tener que hacerse en "fragmentos" en lugar de a través de una legislación directa de una sola vez.
Un proyecto de ley de energía renovable se enfrenta a una dura batalla el próximo año, pero Obama está tomando medidas para llevar la energía renovable al gobierno federal.
El pasado mes de mayo (www.energias-renovables.com) una compañía inició una campaña para ofrecer instalar gratis en la Casa Blanca 102 paneles solares.
El mes pasado, un activista del medio ambiente y escritor llamado Bill McKibben y un grupo de estudiantes universitarios de Maine llevaron en una camioneta impulsado por biodiesel hasta la sede federal del gobierno estadounidense uno de los primeros paneles solares que había instalado James Carter en la Casa Blanca, y que hasta ahora estaba en un techo de la cafetería de la universidad. La idea era volver a instalar el panel, que todavía funciona, en su sitio original, pero no consiguieron su propósito.
McKibben aseguró que la medida de poner paneles fotovoltaicos en la Casa Blanca puede llegar a ser un disparador para una ola de instalaciones similares “en todo el país y en todo el mundo”, aseguró.
Más información
www.whitehouse.gov