España, país de "sol y playa", o la nación que cuenta con el mejor recurso solar de toda Europa, solo ocupa el octavo puesto de la Unión en "potencia solar fotovoltaica instalada por habitante". Eso sí, la caverna política-mediática nacional ha hecho muy bien los deberes durante el último trienio, porque todo hijo de vecino sabe (cree saber) que hubo un bum de la fotovoltaica en este país (se instalaron 4.500 MW en diez años), aunque nadie parece saber que la gran burbuja energética española es la del gas (más de 25.000 megas instalados en ese mismo período). En fin, "éxito" de la caverna mediática nacional (y de los dos grandes partidos políticos), que se encargaron primero de diseminar la idea del bum fotovoltaico, para justificar después la necesidad de contener el despliegue de un sector, el solar, que crecía desmesurado. Crecía desmedidamente al abrigo de las "subvenciones" desorbitadas -rezaba el discurso oficial-, a la par que encarecía, desmesuradamente también, el precio de la electricidad, disparaba sobremanera el déficit de tarifa, cometía un "gran fraude" (al generar electricidad con gasóil por la noche para cobrar la prima, tal y como "revelaba" en 2010 el "periodismo de investigación" de El Mundo)* y blablablá, blablablá, blablablá.
¿La realidad? Muy distinta
Sí, muy distinta. Porque, en España, y según el informe ayer presentado por UNEF, hay 97,8 vatios pico fotovoltaicos por habitante, lo que nos sitúa, pese al presunto bum, muy lejos de los puestos de cabeza, concretamente en el octavo puesto de la Unión, por detrás de la soleada Alemania (32.000 MW), de Italia (16.000), de Bélgica, la República Checa, Grecia, Bulgaria y Eslovenia. A pesar de ello, dos ideas suelen penetrar cualquier conversación "solar": en España hay mucha fotovoltaica y, además, es muy cara. Pues bien, según UNEF, de los más de 30.000 millones de costes que le reconoció la Comisión Nacional de Energía al sistema eléctrico nacional el año pasado, solo 2.615 correspondieron a su prima. Más aún: "merece la pena destacar -explica UNEF- que, de los 1.469 millones de euros de desvío del déficit de 2012, tan solo uno (1) corresponde a la fotovoltaica".
Los ahorros
Además -detalla UNEF en su balance-, los 8.156 GWh producidos por el sector fotovoltaico han supuesto un ahorro de casi dos millones de toneladas de CO2 (1.973.752, concretamente): "el ahorro producido al evitar la compra de bonos de carbono asciende a más de 14,4 millones de euros, de acuerdo con el precio medio del CO2 en 2012". Durante 2012 -continúa la patronal- se importaron 10.653 millones de euros de gas: "esa factura podría haber sido 576 millones de euros más alta de no ser por la energía fotovoltaica". Eso sí, pese a todos esos ahorros que ha proporcionado el sector a la economía nacional, las normas aprobadas por los dos últimos gobiernos han socavado gravemente los cimientos del edificio fotovoltaico patrio, las primas, que propiciaron al despliegue del sector.
Estaban todos los eslabones de la cadena
Así, y según la patronal, mientras que en 2011 el sector superaba los 12.000 puestos de trabajo, ahora ronda los 7.500, "la gran mayoría en labores de operación y mantenimiento y en dar soporte a las actividades en el extranjero". Hasta hace dos años, por otra parte, había más de 50 empresas con fábricas en España de silicio de grado solar, obleas, células, módulos, inversores y seguidores, "de modo que se cubrían todos los eslabones de la cadena de valor de la tecnología"; pues bien, explica UNEF, "en la actualidad, un 90% de los fabricantes de módulos y de sus componentes ha cerrado, está en concurso de acreedores o en procesos de ajuste laboral". Además -añade el informe-, se han perdido actividades enteras, como la fabricación de paneles de capa delgada –operaban tres fábricas con tres tecnologías distintas– o la fabricación de obleas, y "únicamente las actividades centradas en la fabricación de inversores y equipos de electrónica de potencia se mantienen, con su actividad enfocada al extranjero".
I+D+i en fotovoltaica
El descalabro laboral -matiza el informe- contrasta con la actividad de investigación y desarrollo de la fotovoltaica en España, que es, en contra de lo que suele creerse, la tecnología que capta el mayor volumen de inversión en I+D de todas las renovables, según UNEF. La solar -dice el informe- es además la tecnología ren que más patentes españolas tiene, con el 43,6% del total, incluso por delante de la eólica (43,2). Así las cosas, España es el quinto país del mundo en cuanto a la cantidad de patentes en energías renovables, solo por detrás de Estados Unidos, Japón, Alemania y Reino Unido, todo lo cual vendría a desmontar otro de los tópicos habituales: que han sido los fabricantes chinos los que se han beneficiado de la curva de aprendizaje que han pagado los consumidores españoles vía primas.
Reducción de costes
Y ciertamente hay mucho panel chino en los parques solares españoles, pero no lo es menos lo susodicho: la fotovoltaica es la tecnología renovable nacional con más patentes, lo cual coloca a España en un lugar privilegiado de cara a la carrera FV global, una carrera con premio: aunque la inversión global en tecnología FV cayó un 10% en 2012 (un diez por ciento menos con respecto a lo invertido durante el ejercicio anterior), esa inversión fue la mayor de todas las renovables, pues alcanzó la formidable cifra de 140.000 millones de dólares. La reducción de costes de las placas y componentes -fruto de la I+D- está acelerando además el crecimiento. UNEF habla de una tasa anual de crecimiento "en torno al 60%" (en Europa fue la tecnología de generación de electricidad más instalada el año pasado). Así, la FV superó a finales de 2012 los 100.000 MW acumulados (70.000 MW en la UE).
Sin prima
En España, sin embargo, el Ministerio de Industria, el ministerio más "retro" del Gobierno Rajoy (Industria lleva tres años legislando con medidas retroactivas) no solo ha paralizado el sector -estrangulándole su vía de ingreso/línea de flotación: la prima-, sino que, además, mantiene secuestrado el autoconsumo: primero en el limbo de la no regulación y ahora, aterrado por un proyecto de real decreto que anuncia un "impuesto al sol" que haría inviable su desarrollo. A pesar de todo, y en tanto en cuanto no se sustancia ese RD surrealista, ya se han instalado los primeros sistemas FV de autoconsumo instantáneo, mientras que, casi a la par -explica UNEF-, se han presentado un importante número de proyectos de grandes instalaciones, más de 30.000 MW, que aspiran a vender su energía al mercado eléctrico. Todo, sin prima.
Sin incentivos
La patronal, además, tiene claro que el tiempo de la prima ya ha pasado. Y lo explicitó ayer en la presentación de su balance anual. Los grandes parques solares, esos que suman 30.000 megavatios en proyectos presentados en Red Eléctrica de España, no piden prima, desde luego. Porque tienen claro que llevarán sus kilovatios solares al mercado a competir libremente con los kilovatios sucios: atómicos y fósiles. Y el autoconsumo tampoco pide incentivos, aunque suponga un ahorro para el sistema, que lógicamente evitará pérdidas: si genero en el tejado y consumo esa electricidad en el frigorífico de la cocina, pocos kilovatios se perderán por el camino (la Comisión Nacional de Energía, CNE, habla de “unas pérdidas medias de energía del 14% en el caso de los consumidores domésticos”).
Beneficios para todos
Bueno, pues, a pesar de ese ahorro para el sistema todo (14%), el autoconsumo español -la patronal, para ser exactos- no le pide incentivos al gobierno. Eso sí, UNEF solicita a Industria que elimine el peaje de respaldo que incluye en su proyecto de ley, porque ese "impuesto al sol" -así lo define esta asociación- "acaba de raíz con la posibilidad de que el consumidor produzca su propia electricidad a un precio más económico que el que oferta el suministrador convencional". Ese impuesto neutraliza el ahorro, en fin, a la vez que "paraliza la entrada de nueva competencia en el mercado eléctrico", lo cual también podría beneficiar potencialmente a otros consumidores. Pero no, a pesar de esos beneficios horizontales, la patronal no pide incentivos para los autoconsumidores, aunque sí los haya en países como Holanda.
Un peaje de chiste
Eso sí: la patronal pide la remoción de ese peaje, que solo beneficia a las grandes eléctricas, que podrán seguir vendiéndole al consumidor esos kilovatios que el consumidor no podrá generar en el tejado de su casa. Sí, pide la remoción de ese peaje, que es una medida -dice UNEF- que "contrasta con las políticas europeas que han ido disminuyendo el pago de una prima por la generación eléctrica fotovoltaica (Feed-in Tariff) para sustituirse por políticas que fomentan el autoconsumo y la generación distribuida". Aquí, sin embargo, no se disminuye el pago de la prima -se elimina- y no solo no se incentiva el autoconsumo -como en Holanda, por ejemplo- sino que, antes al contrario, se desincentiva, con impuestos que han causado estupor en medio mundo (véase Forbes) e indignación en el sector nacional.
¿Conclusión?
UNEF asegura que "el sector fotovoltaico español está maduro y es capaz de ofrecer precios competitivos sin subvenciones" y acusa al gobierno de estar matando la que podría ser la mejor cara de la Marca España: "sólo la incertidumbre regulatoria y la retroactividad normativa están limitando el crecimiento del sector fotovoltaico nacional, reconocido a nivel mundial". ¿El mercado/pastel al que podría hincarle el diente un sector FV nacional robusto? Enorme. Según UNEF, China cuenta con planes para instalar 35.000 MW de aquí a dos años -"en 2013 podría ser el primer país en instalar más de 10.000 MW en un solo ejercicio"-, Japón podría acabar este curso habiendo instalado unos 7.000 MW, India aspira a instalar 20.000 MW en los próximos diez años y "tiene más de 1.000 MW en desarrollo", etcétera, etc.
* Finalmente, el "gran fraude" revelado por El Mundo y reproducido con arrobo y fruición por muchos otros medios, como el prestigioso Libertad Digital, no era tal, según demostraran la Junta de Castilla y León y la Comisión Nacional de Energía.