El Instituto de Ingeniería Energética de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), junto a las empresas también valencianas Genia Bioenergy y Vestel ingenieros han conseguido llevar electricidad renovable para cubir las necesidades de los hogares de la comunidad rural de Torrecilla (Honduras), para iluminar los espacios comunes como la escuela, o para conservar los alimentos mediante la refrigeración. Esta comunidad -una más de las pequeñas poblaciones diseminadas por el Corredor Seco Mesoamericano- a la que no llega la electricidad, el acceso es por pista de tierra, no aparece su nombre en Google Maps, y se abastece de energía mediante generadores eléctricos privados o dependen de la leña para cocinar, cuenta a partir de ahora -gracias a la UPV y las empresas participantes- con un una microred híbrida de energías renovables que combina tres plantas solares fotovoltaicas de 40, 12 y 14 kilovatios (kW) y un gasificador de biomasa de 25 kW gestionados de forma inteligente para suministrar energía limpia suficiente para las labores domésticas y agrícolas de los 500 habitantes de la comunidad.
El proyecto ha sido financiado por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Desde Genia Bioenergy se ha optado por contar con ingenieros hondureños y empresas locales para la instalación de un gasificador de biomasa con el objetivo de intensificar la transferencia tecnológica y que sean las propias comunidades y empresas locales quienes puedan replicar el proyecto en un futuro. Además, la UPV y las empresas participantes han ofrecido la formación necesaria para que la red sea gestionada y mantenida por toda la comunidad, en la que todos los habitantes son copropietarios con derecho a una cantidad de energía básica. Este es el segundo que estos equipos realizan en Honduras, pues ya instalaron, con la misma financiación, una microrred similar en otra pequeña comunidad rural del mismo país, concretamente en El Santuario.