Con ese mismo objetivo –cumplir con los compromisos adquiridos a nivel europeo– en España este año se han celebrado dos subastas de energías renovables, cuya condición principal es que los proyectos adjudicatarios tienen que estar conectados a la red antes del 31 de diciembre de 2019. El modelo implementado en nuestro país no tiene antecedentes a nivel mundial, al basarse en un complejo sistema de variables, entre los cuales destaca el criterio de las horas equivalentes de funcionamiento, principal responsable de la condición de asimetría en la que las tecnologías tienen que competir.
Desde la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), en muchas ocasiones hemos reiterado la necesidad de adoptar un modelo de subasta sencillo y transparente, basado en la experiencia internacional, cuyo principal criterio de adjudicación de los proyectos sea el precio ofertado por kWh producido. Además, se ha insistido en que el modelo marginalista no es adecuado para la subasta, porque puede dar lugar a ofertas temerarias y a sobre–retribuciones.
El Gobierno ha decidido hacer caso omiso de las propuestas y alegaciones de UNEF, por lo que el resultado de la primera subasta, que se llevó a cabo el pasado mes de mayo, fue un fracaso anunciado, donde el mal diseño determinó una situación en la que, a pesar de haber presentado ofertas al mismo precio que la eólica, la tecnología fotovoltaica quedó excluida.
Por el contrario, el resultado de la segunda licitación, celebrada en julio, fue satisfactorio porque en esta ocasión la introducción de una segunda cláusula confidencial ha permitido que la fotovoltaica pudiese competir en igualdad de condiciones. Por esta razón, y por su competitividad, esta tecnología logró unos resultados excelentes, adjudicándose la mayoría de los proyectos por un total de 3,9 GW.
Oportunidad y nuevos desafíos
Este resultado, si bien supone una importante oportunidad de reactivación con unas inversiones estimadas en 3.500 millones de euros y la creación de muchos nuevos puestos de trabajo cualificados y locales, pone a nuestro sector delante de nuevos desafíos. El más importante es identificar cómo conseguir las inversiones y la financiación necesarias para llevar a cabo los proyectos adjudicatarios. A este respecto, cabe destacar el papel fundamental que asumen las actividades de operación y mantenimiento en la reducción de los costes de las plantas y en el aumento de su competitividad, especialmente los procesos de digitalización y de desarrollo de las redes inteligentes.
Además, la falta de planificación de un programa de subastas energéticas a medio y largo plazo, supone la necesidad para el sector de buscar otras vías de desarrollo para que su expansión siga teniendo continuidad, como son la venta de energía a mercado pool y la contratación de PPA. El modelo del acuerdo de compraventa de electricidad a largo plazo (“Power Purchase Agreement o PPA”, por sus siglas en inglés), que ya es una realidad en países como Estados Unidos, supone un contrato de venta de electricidad entre un generador y un cliente final, en el que las dos partes establecen un precio de la electricidad. De esta forma, el cliente final puede comprar energía a un precio atractivo y estable y puede planificar sus costes energéticos a medio y largo plazo, mientras que los productores tienen sus ingresos garantizados con los que pueden financiar sus proyectos.
En España este modelo tiene todavía mucho por recorrer y en este sentido tuvo mucha repercusión la noticia del primer contrato PPA corporativo firmado en España entre el Grupo EDP y Calidad Pascual a finales de julio, con el que la empresa se compromete a comprar directamente energía producida en parques eólicos en España.
La participación de la fotovoltaica en el mercado de los servicios de ajuste representa una posible vía de ingresos adicional para el sector, donde el almacenamiento desempeña un papel clave para que esta tecnología conquiste el futuro.
Autoconsumo, todo por hacer
El autoconsumo es otro gran frente en el que el sector fotovoltaico español tiene todavía muchos desafíos por delante para garantizar el desarrollo de un mercado libre. Estados Unidos representa un ejemplo muy positivo en este sentido: el país ha definido políticas estatales a largo plazo que fomentan la sostenibilidad urbana y la lucha contra el cambio climático gracias a las cuales, en los últimos años, se ha vivido una importante proliferación de las instalaciones solares sobre tejado. En EEUU 41 Estados aplican distintas variaciones de políticas de balance neto para regular el autoconsumo solar, aunque la evolución de las políticas regulatorias de la generación distribuida está siguiendo un camino diferente en cada uno de ellos.
En España, a pesar de las barreras administrativas y económicas definidas por la actual normativa, el autoconsumo sigue representando una opción viable y rentable para muchos sectores, entre los cuales destacan el agrícola, el alimentario, el industrial y el agropecuario. Muchas empresas han decidido apostar por esta modalidad de producción de energía limpia no solo para mejorar su imagen de marca y su sostenibilidad, sino también para reducir su factura eléctrica y aumentar su competitividad. Y en el ámbito de los proyectos aislados de la red (off–grid), el autoconsumo representa una opción fiable para tener acceso a la electricidad en zonas donde la red eléctrica no llega.
Mientras a nivel nacional el Ejecutivo sigue insistiendo en remarcar el carácter de insolidaridad del autoconsumo, la posición de las administraciones locales, tanto ayuntamientos como comunidades autónomas, es muy diferente. El apoyo y el compromiso que éstas tienen con el autoconsumo se traducen en medidas concretas para fomentar su instalación tanto para entidades privadas como públicas, pymes y particulares. Por ejemplo, mediante incentivos económicos como préstamos y subvenciones, o la deducción por inversiones en instalaciones de energías renovables. Cabe destacar el papel ejemplar de algunas comunidades autónomas como Cataluña, la Comunidad Valenciana, Extremadura y Andalucía, entre otras, que han decidido asumir un rol activo en la transición energética.
Crecerá el autoconsumo compartido
Además, la reciente sentencia del Tribunal Supremo, que reconoce la competencia de las CCAA de definir el marco normativo para el fomento del autoconsumo en su modalidad compartida, ha representado otro hito importante para el sector, porque abre la puerta a la realización de instalaciones de autoconsumo compartido en edificios de viviendas o urbanizaciones, permitiendo a los usuarios generar y consumir de forma compartida su energía.
El pasado mes de agosto la comercializadora Holaluz fue la primera eléctrica de España en poner en marcha una instalación de autoconsumo compartido en una vivienda de Rubí (Barcelona), región en la que la regulación al respecto está a punto de aprobarse, lo que abre un camino a este desarrollo.
Es evidente que la transformación hacia un modelo energético sostenible y distribuido, en el que el ciudadano esté en el centro de las decisiones, se tiene que impulsar de abajo arriba, de ahí que el papel de las instituciones locales en el fomento del autoconsumo, de las energías renovables y de la generación distribuida sea clave. Otro tema candente para nuestro sector es el del I+D, ámbito en el que es necesario que la investigación siga avanzando, para que la tecnología fotovoltaica gane cada vez más competitividad.
En el ámbito internacional, el sector sigue su espectacular trayectoria de desarrollo, especialmente en el continente asiático, donde solo en China el año pasado se instalaron 34,5 GW nuevos de potencia fotovoltaica. Con una apuesta fuerte por la electrificación rural, donde los sistemas fotovoltaicos representan una importante alternativa para garantizar el suministro eléctrico en las zonas donde no hay conexión con la red existente.
IV Foro Solar: preguntas que buscan respuesta
En esta breve panorámica de la actualidad del sector fotovoltaico, hemos querido poner de manifiesto los numerosos desafíos a los que nuestras empresas se enfrentan y, a este respecto, surgen muchas preguntas sobre el presente y el futuro de nuestro sector. ¿Qué estrategias deben definir las empresas para seguir siendo competitivas en el mercado fotovoltaico internacional, y cuáles son los mercados emergentes más atractivos? ¿Qué soluciones existen para el desarrollo del mercado de PPA y venta de energía a mercado en nuestro país? En lo que respecta a operación y mantenimiento, ¿puede la gestión de las plantas ayudar a la fotovoltaica a ser más competitiva? Y en cuanto al autoconsumo, ¿en qué sectores se están llevando a cabo los proyectos más interesantes? ¿qué nuevos proyectos están teniendo éxito en el mercado aislado? ¿qué medidas concretas están siendo impulsadas por las administraciones locales?
Estos son solo algunos de los temas candentes que estarán en el centro del debate del IV Foro Solar, el evento de referencia del sector fotovoltaico que este año celebra su cuarta edición en Madrid, los próximos 21 y 22 de noviembre.
El encuentro contará con la participación de las principales empresas del sector renovable, compañías eléctricas, expertos en legislación y financiación, técnicos e instituciones nacionales e internacionales de referencia, etc. Además, el evento contará con varios momentos dedicados al networking para que los asistentes intercambien opiniones, visiones y experiencias, para que nuestro sector siga creciendo. ¡Os esperamos en el IV Foro Solar!
