Mientras, un módulo solar medio de vidrio–vidrio, al cabo de 30 años, seguirá produciendo al menos el 87% de lo que produciría un panel recién estrenado. “Tienen, por tanto, un rendimiento mayor y, además, son más resistentes así que es mejor invertir en ellas que en módulos solares convencionales”, afirman desde ESTG.
Ventajas de un vistazo
● El vidrio es un material resistente. Es impermeable y no es sensible a la humedad, por lo que apenas se degrada.
● A diferencia de la lámina utilizada en los paneles solares de película de vidrio, un módulo de vidrio-vidrio no arde.
● La película de las placas solares convencionales se puede estropear, por ejemplo, durante su montaje. Por eso, un módulo de vidrio y plástico puede aumentar el riesgo de descarga eléctrica. Por su parte, los módulos vidrio–vidrio son significativamente más seguros.
● Las placas solares vidrio–vidrio sin marco tienen la ventaja de que la humedad y la suciedad se pueden limpiar fácilmente y, por lo tanto, son fáciles de mantener limpios porque, además, no hay juntas en las que se pueda acumular la suciedad.
● A diferencia de los productos de vidrio cilíndricos o redondos, las placas de vidrio–vidrio resisten mejor manipulaciones más bruscas. Con un grosor de 3 milímetros, las placas de vidrio son menos frágiles y pueden soportar sin problema condiciones meteorológicas como el granizo y la nieve. Todos los embalajes que contengan vidrio tendrán la etiqueta de “Precaución, frágil”.
“Como mayorista de paneles solares, en ESTG suministramos paneles solares de vidrio–vidrio de marcas como SoliTek”, apunta el distribuidor. Aquí puedes conocer la gama completa de módulos solares que distribuye ESTG.