Ambas entidades acaban de presentar un plan conjunto para investigar las posibilidades de fabricación de paneles de plástico, con la colaboración del las entidades semipúblicas The Technology Partnership y The Carbon Trust. Según los socios, los paneles de plástico “serían mucho más económicos y eficientes”. Actualmente, más del 95% de los módulos solares son elaborados con células de silicio. Tanto la elaboración de la célula como la materia prima en sí son elementos caros.
Desde Cambridge, se afirma que “los científicos ya han desarrollado un pequeño prototipo de panel de plástico, con el que puede funcionar una calculadora”. Ahora, los socios centran sus esfuerzos en “desarrollar esta tecnología para poder aplicarla fácilmente a mayor escala”.
En último término, el proyecto de I+D tiene como finalidad llegar a “fabricar los paneles en forma de grandes láminas de plástico, que se instalarían sobre cualquier superficie, como los tejados y ventanas de los edificios, para captar la energía del sol”. No obstante, también abarca las aplicaciones de menor tamaño, “para cargar teléfonos móviles u ordenadores portátiles”.
Si el proyecto prospera, se procuraría construir antes de 2017 más de un gigavatio de estos nuevos paneles solares de plástico, lo que supondría dejar de emitir a la atmósfera más de un millón de toneladas de dióxido de carbono al año.
Sir Richard Friend, titular de la cátedra Cavendish de Física de la universidad de Cambridge, ha dicho: "es un momento muy oportuno para desarrollar una nueva tecnología descubierta en nuestra universidad y vamos a aprovechar las ventajas que nos da Cambridge para convertir la ciencia en productos útiles".
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