El ministro de Medio Ambiente y Acción Climática portugués, João Pedro Matos Fernandes, y el Subsecretario de Estado y Energía, João Galamba, han ofrecido una rueda de prensa sobre los resultados de la subasta, en la que se adjudicaron 670 MW de los 700 disponibles. De ellos, 483 MW con almacenamiento; esto es, casi las dos terceras partes.
Matos explicó que con un ahorro anual de 37,2 millones de euros, esto corresponde a una ganancia unitaria de alrededor de 833.000 euros por cada megavatio adjudicado, lo que representa un aumento de alrededor del 80% sobre la ganancia unitaria obtenida en la subasta de 2019. João Pedro Matos Fernandes también subrayó que la tarifa más baja del mundo se alcanzó en el único lote asistido con precio fijo, a 11,14 euros por megavatio/hora.
De los 700 megavatios disponibles para la subasta, se adjudicaron 670, de los cuales alrededor de tres cuartas partes se encontraban en la modalidad de almacenamiento (483 megavatios) y el resto en la modalidad de compensación del sistema (177 megavatios) y contrato por diferencias (10 megavatios). La subasta proporcionará puntos de conexión en la red para 700 megavatios, distribuidos en 12 lotes, situados en el Alentejo y el Algarve.
El Sistema Eléctrico portugués tendrá ahora una capacidad mínima de almacenamiento de casi 100 megavatios, lo que contribuye a absorber el exceso de renovables en la red y a garantizar la flexibilidad necesaria del sistema durante esos períodos.
Según informa AleaSoft, citando como fuente El Periódico de la energía, entre los ganadores de la subasta se encuentran la coreana Hanwha Q-Cells, que se hizo con seis de los 12 lotes ofertados y fue la que ofertó el precio de 1,20 €/MWh, además de Endesa e Iberdrola. El Gobierno portugués tiene el objetivo de llegar a los 9 GW de capacidad solar fotovoltaica en 2030, para lo que está organizando una serie de subastas. En principio son dos cada año y se espera que haya una nueva subasta a finales de 2020.