El conjunto arquitectónico Torre Sevilla, obra del arquitecto argentino César Pelli (autor de otros rascacielos emblemáticos, como las Torres Petronas, de Kuala Lumpur), se encuentra en la Isla de la Cartuja, y cuenta con una superficie total de más de 240.000 metros cuadrados. La instalación solar fotovoltaica dispuesta en la corona del rascacielos tiene una potencia nominal de cien kilovatios (100 kW). Fue puesta en marcha en el año 2016, y "está integrada por 462 módulos de 250 vatios pico (Wp) y un inversor de 100 kW, alcanzándose en todo el sistema una potencia total de 115,5 kWp", según explican fuentes de Torre Sevilla, que señalan que "toda la energía es para autoconsumo, no vierte a la red". La instalación produjo en 2018 un total de 200.000 kilovatios hora, el equivalente al consumo anual de 20 viviendas.
Torre Sevilla dispone por otro lado de un sistema centralizado con el que gestiona todas las instalaciones mecánicas y eléctricas del edificio (un total de 60.000 puntos). Sus contadores inteligentes monitorizan y detectan cualquier desvío en el consumo eléctrico en tiempo real. El edificio -explican desde el departamento de Comunicación de Torre Sevilla- aprovecha además el caudal de aire que generan los ascensores -que recorren el rascacielos a 6 metros por segundo- para mantener una temperatura óptima en las salas de máquinas alargando así la vida útil de los equipos.
Otras soluciones empleadas en la Torre son la fachada de vidrio de bajo coeficiente de transmisión térmica, los perfiles de aluminio con rotura de puente térmico, y todo el sistema de lamas horizontales, diseñado tras un riguroso estudio de soleamiento. Así la Torre cuenta con la máxima calificación de eficiencia energética: categoría A.