Si se suma las capacidades instaladas de la generación distribuida y la centralizada, la fotovoltaica ocupa el sexto lugar en la matriz eléctrica brasileña, detrás de la hidroeléctrica, eólica, biomasa, termoeléctrica a gas natural y diésel y otros combustibles fósiles. La fuente solar ya representa más que la suma de toda la capacidad instalada de centrales eléctricas de carbón y centrales nucleares, que asciende a 5,6 GW.
En un comunicado, se explica que en el segmento de generación centralizada Brasil tiene 3,1 GW de potencia instalada en plantas solares fotovoltaicas, equivalente al 1,7 % de la matriz eléctrica del país. En 2019, la fuente fue la más competitiva entre las renovables en las dos Subastas de Nuevas Energías, A-4 y A-6, con precios promedio inferiores a 21,00 dólares/MWh.
Actualmente, las grandes plantas solares son la séptima fuente de generación más grande en el país, con proyectos en operación en nueve estados, Bahía, Ceará, Paraíba, Pernambuco, Piauí y Rio Grande do Norte, Minas Gerais, São Paulo y Tocantins. Las inversiones acumuladas en este segmento superan los 2,8 mil millones de dólares.
Generación distribuida
Los datos suministrados por ABSOLAR abundan en que hay 4,9 GW de potencia instalada fotovoltaica en generación distribuida, que representan más de 4,2 mil millones de dólares en inversiones acumuladas desde 2012, repartidas en todo el país, en donde la tecnología fotovoltaica se utiliza en el 99,9 % de todas las conexiones distribuidas.
En número de sistemas instalados, los consumidores residenciales encabezan la lista, con el 73,6 % del total. A continuación, se encuentran empresas de los sectores de comercio y servicios (16,6 %), consumidores rurales (7,0 %), industrias (2,4 %), administraciones públicas (0,4 %) y otros tipos, como servicios (0,03 %) y alumbrado público ( 0,01 %).
En potencia instalada, los consumidores residenciales lideran el uso de la fotovoltaica, con el 38,9 % de la potencia instalada, seguidos de cerca por los consumidores de los sectores de comercio y servicios (37,8 %), consumidores rurales (13,2 %), industrias (8,8 %), administraciones públicas (1,2 %) y de otro tipo, como servicios públicos (0,1 %) y alumbrado público (0,02 %).
Según el presidente de la Junta Directiva de ABSOLAR, Ronaldo Koloszuk, “aunque ha avanzado en los últimos años, Brasil, que tiene uno de los mejores recursos solares del planeta, sigue teniendo un mercado solar muy pequeño, especialmente en generación distribuida. Hay más de 86 millones de consumidores de electricidad en el país, pero actualmente solo el 0,6 % usa el sol para producirla”.
“En las crisis de 2015 y 2016, el PIB de Brasil fue inferior al -3,5 % anual, pero el sector solar fotovoltaico creció más del 100 % anual. Con eso, ayudamos en la recuperación del país, ahora, pasada la fase más aguda de esta pandemia, la energía solar fotovoltaica volverá a apalancar la recuperación de Brasil. La energía solar será parte de la solución, tanto para nuestra sociedad como para el medio ambiente”, añadió.