Y no solo eso. "Solar Generation 2010" prevé asimismo que los costes de los sistemas solares fotovoltaicos se reduzcan a menos de la mitad (un 60%) de aquí a 2020. Así las cosas, y según el responsable de la campaña Cambio climático y Energía de Greenpeace España, José Luis García Ortega, "estamos a punto de ver un cambio revolucionario, pues, en muy pocos años, la electricidad obtenida del sol en los propios edificios va a ser más barata que la que nos suministra la red eléctrica". Por ello, García Ortega considera que "el gobierno español está cometiendo un error histórico al frenar el desarrollo de la fotovoltaica en nuestro país, porque los beneficios económicos, de empleo y de reducción de emisiones se irán a los países, cada vez más, que sí están apostando en serio por esta energía limpia".
En la misma línea se ha expresado, Sven Teske, experto energético de Greenpeace Internacional, que asegura que "las cifras actuales muestran que la tecnología está a punto de dar un gran salto económico. Así, para 2015, el mercado podría ser el doble del actual, lo que da lugar a inversiones de 70.000 millones de euros". Por su parte, Ingmar Wilhelm, presidente de EPIA, señalaba ayer que "para 2030, más de 2.500 millones de personas podrían beneficiarse de la energía solar". Eso sí, matizaba Wilhelm: "necesitamos un compromiso político para hacer que esto ocurra".
Según el informe de EPIA y Greenpeace, que ha sido presentado en la Conferencia Internacional sobre Energía Renovable (Direc), que se celebra estos días en Delhi, la potencia solar fotovoltaica podría crecer, en apenas cinco años, desde los 23 GW que había instalados a principios de 2010 hasta alcanzar los 180 GW. Es más, "Solar Generation 2010" cree que en 2030 podría haber más de 1.800 GW en todo el mundo, lo cual "ahorraría 1.400 millones de toneladas de emisiones de CO2 cada año".
El informe señala asimismo que la industria fotovoltaica, que ya emplea a unas 230.000 personas a escala mundial, podría dar trabajo a 1,3 millones de personas en 2015 y hasta cinco millones en 2050. Por todo ello, Greenpeace y EPIA "urgen a los gobiernos a que aseguren esas inversiones con programas de apoyo". Ambas entidades consideran que "el sistema de mayor éxito es el conocido como Feed-in Tariff (el que existe en España), que garantiza un precio específico por cada kilovatio hora que se inyecta en la red.
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