Ahora la empresa da un paso más y se ha comprometido a construir su propia fábrica en Texas, con una capacidad anual de 6 GW. Será la única instalación en propiedad de fabricación de seguidores solares en Norteamérica, a diferencia de lo que hacen otros fabricantes de seguidores solares, que firman acuerdos de suministro con varios proveedores.
El modelo de negocio que sigue PVH es controlar todos los aspectos del proceso de fabricación: compra su propio acero, la electrónica para construir los controladores, fabrica los remaches y es dueña de la robótica. “Este modelo de negocio permite a los ingenieros trabajar directamente con la fabricación para optimizar al máximo su producto y crear configuraciones precisas, abriendo así el camino a un nivel de innovación notablemente superior”, afirma la compañía en un comunicado.
La fábrica de Texas será la tercera de PVH en propiedad en el mundo. La primera está en su sede de Valencia, en España, y la segunda en Arabia Saudí. PVH opera en Estados Unidos desde su fundación en 2011. Allí, ha suministrado más de 2.500 MW en 36 proyectos fotovoltaicos en todo el país. Con esta nueva fábrica, PVH contará con materiales y mano de obra locales, lo que contribuirá a impulsar la economía norteamericana y el crecimiento previsto de la energía solar en Estados Unidos.