El estadio dispone de tres torres de veinte meros de altura con 1.500 W de potencia cada una para iluminar el campo de fútbol en el que ya entrenan los jugadores del equipo, incluso por la noche. Además, un seguidor solar de 5 kW se encarga de proporcionar la energía que requieren las instalaciones interiores del estadio y de iluminar un graderío con capacidad para 1.500 personas.
Los vestuarios, la sala de prensa, la cafetería y las oficinas del club se iluminan mediante la energía eléctrica proporcionada por las placas solares, que también servirán para activar los equipos de bombeo que abastecen de agua a la ciudad deportiva. La electricidad producida por el seguidor solar no se verterá a la red, sino que se almacenará en baterías.
Los terrenos en los que se encuentra en campo de fútbol, y en los que en un futuro se construirán otras instalaciones deportivas como pistas de tenis o de pádel, tienen una superficie de 76.000 m2. Su iluminación se consigue mediante 75 farolas alimentadas con energía solar.
En el aparcamiento hay un árbol solar con 22 luminarias, y en breve el estado contará con varios aerogeneradores para que el viento supla la ausencia de sol. “El objetivo es conseguir que la ciudad deportiva sea autónoma y autosuficiente, que no dependa del suministro de energía eléctrica convencional”, ha señalado José Fernández, presidente del GCE Villaralbo y de General de Cuadros Eléctricos.
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