El Consejo de Ministros aprobó el viernes pasado la bajada de tarifas. Un 40% para instalaciones en suelo, 25% para tejados grandes y 5% para tejados pequeños (www.energias-renovables). Sólo dos días antes, el miércoles, la subcomisión de Energía del Congreso de los Diputados establecía la composición del mix energético para 2020. Esas dos decisiones juntas, afirma Javier García Breva, en declaraciones a Energías Renovables, son las que “han dejado el mercado fotovoltaico en la mínima expresión”.
En el Congreso sus señorías decidieron que el techo de la fotovoltaica hasta el año 2020 fuera de 6.700 MW. A ese objetivo hay que restar los 4.000 MW que ya se han instalado. Es decir, quedan unos 2.700 MW para los próximos 10 años. Si se supone un crecimiento armónico y ordenado el resultado son unos 270 MW anuales. En resumen, que permitirá al mercado crecer aproximadamente la mitad de lo que el propio gobierno había establecido en el RD 1578/2008, que eran 500 MW.
A la limitación de crecimiento, dos días después, el Consejo de Ministros sumaba la reducción del dinero que cobrarán las instalaciones fotovoltaicas por producir electricidad de forma limpia, que oscila entre el 40% y el 5% dependiendo del tipo de que se traten. La mayor bajada corresponde a las instalaciones sobre suelo, las que han tenido mayor crecimiento. “Las primas”, explica García Breva, “no son el problema. Si a la fotovoltaica se le abre el mercado hasta 2020 la tecnología podría aguantar la bajada. Ahora bien, la rebaja en las tarifas es letal cuando el mercado está contraído”.
Industria, por libre
Las tarifas aprobadas por el gobierno a instancias de Industria son justamente lo contrario de lo planteado por la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Su economista jefe, Fatih Birol, asegura que “las energías renovables pueden desempeñar un papel fundamental en la reducción de emisiones de CO2 y en la diversificación energética, pero solamente con un sólido apoyo gubernamental”. Lo decía en Madrid la semana pasada durante la presentación de la edición 2010 del World Energy Outlook (WEO), el ejercicio de prospectiva que elabora cada año la agencia.(www.energias-renovables.com).
El Ministerio de Industria también parece ir en dirección contraria a los mensajes que salen del Palacio de la Moncloa. El presidente del gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, decía en Seúl antes del comienzo de la cumbre del G-20 que España tiene potencial para crear 1 millón de empleos verdes en 10 años. El sector fotovoltaico ha perdido varias decenas de miles de empleos en dos años. “La política de Industria es diferente a la de Moncloa. No está ordenando el mercado de las renovables, sino que está ordenando el freno de las renovables”, afirma García Breva.