La instalación solar (837 kW) ocupa la cubierta de una antigua nave de mezcla de carbón de 9.500 metros cuadrados. "Su montaje fue mucho más fácil de lo esperado", afirma el gerente de la empresa propietaria, Ludger Riedel. A pesar de unas inclinaciones de 36, 55 y 75 grados y de una altura de hasta treinta metros, los montadores tardaron sólo tres meses en ejecutar la obra.
Según Riedel, "en nuestras latitudes, los módulos de capa fina son ideales, ya que, incluso con una radiación solar débil, ofrecen un rendimiento bueno". El gerente añade además que, a la hora de seleccionar el convertidor, siguió "el consejo de la empresa Solaxis GmbH" y que por eso eligió los de Sputnik Engineering.
Por lo demás, en la instalación solar de Moers operan cuatro convertidores centrales SolarMax con rendimientos de 300 (2x), 100 y 30 kilovatios. En su contenedor, informa Solarmax, no sólo convierten la corriente continua de los módulos solares en corriente alterna "sino que en el futuro también deben calentar el edificio administrativo".
Los convertidores SolarMax producen en total "unos 45 kilovatios de calor de escape", explica Günter Grandjean, de Solaxis. "Vamos a conducir esta energía a equipos de climatización con intercambiadores térmicos en el edificio administrativo". También este techo producirá en el futuro corriente.
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