La instalación de sistemas solares fotovoltaicos en viviendas, edificios comerciales e industria está a punto de despegar y a lo largo de los próximos cinco años transformará la forma en que se genera y consume la electricidad, según las últimas previsiones de la AIE. El foco del nuevo informe del organismo internacional se centra, precisamente, en estas aplicaciones, conocidas colectivamente como energía fotovoltaica distribuida.
El informe prevé que la capacidad total de energía renovable del mundo crecerá en un 50% entre 2019 y 2024, acaparando la solar fotovoltaica el 60% de dicho incremento. En potencia instalada equivale a añadir en los próximos cinco años 1.200 gigavatios –tantos como la capacidad energética total actual de los Estados Unidos–, lo que será posible gracias a la reducción de costos y a los esfuerzos concertados de los gobiernos. De esta manera, la participación de las renovables en la generación mundial de electricidad pasará del 26% actual al 30% en 2024.
El despegue de las tecnologías renovables se produce después de que este año vayan a crecer un 12%, frente a la situación de estancamiento en que se encontraban en 2018, lo que ocurrió por primera vez en casi dos décadas. No obstante, su expansión sigue estando muy por debajo de lo que se necesita para alcanzar los objetivos mundiales en materia de energía sostenible.
"Las energías renovables son ya la segunda mayor fuente de electricidad del mundo, pero su despliegue debe acelerarse si queremos alcanzar los objetivos a largo plazo en materia de clima, calidad del aire y acceso a la energía", advierte Fatih Birol, director Ejecutivo de la AIE. Los tres principales retos que deben superarse para acelerar el despliegue de las energías renovables son, de acuerdo con el informe: la incertidumbre política y reglamentaria, los altos riesgos de inversión y los sistemas de integración de las energías eólica y solar.
Generación distribuida
La generación distribuida representa casi la mitad del crecimiento esperado del mercado global de energía solar fotovoltaica. Sin embargo, contrariamente a lo que se suele creer, serán las aplicaciones comerciales e industriales, en lugar de los usos residenciales, las que impulsen este crecimiento, representando las tres cuartas partes de las nuevas instalaciones en los próximos cinco años, de acuerdo con la AIE. Esto se debe a que las economías de escala, combinadas con una mejor alineación de la oferta y la demanda de electricidad fotovoltaica, permiten un mayor autoconsumo y un mayor ahorro en las facturas de electricidad en los sectores comercial e industrial, según se destaca en el informe.
Aún así, el número de sistemas solares en los tejados de los hogares se duplicará con creces hasta alcanzar unos 100 millones en 2024, con Australia, Bélgica, California, los Países Bajos y Austria como principales mercados.
"El incentivo para acelerar el despliegue de la solar fotovoltaica va parejo a la continua reducción de sus costes", ha declarado Fatih Birol. De hecho, el coste de la generación de electricidad a partir de sistemas fotovoltaicos solares distribuidos ya está por debajo de los precios de la electricidad al por menor en la mayoría de los países. La AIE prevé que estos costes disminuirán entre un 15% y un 35% más hasta 2024, lo que hará que la tecnología sea más atractiva y estimulará su adopción en todo el mundo.
Reformas políticas y arancelarias
El informe advierte, sin embargo, que se necesitan importantes reformas políticas y arancelarias para asegurar que el crecimiento de la energía fotovoltaica distribuida sea sostenible. De acuerdo con la agencia, un crecimiento no gestionado podría perturbar los mercados de la electricidad al aumentar los costes del sistema, dificultar la integración de las energías renovables en la red y reducir los ingresos de la red fija.
"El potencial de la energía fotovoltaica distribuida es impresionante, pero su desarrollo debe estar bien gestionado para equilibrar los diferentes intereses de los propietarios de sistemas fotovoltaicos, otros consumidores y las empresas de energía y de distribución", señala Birol. "La AIE está dispuesta a asesorar a los gobiernos sobre lo que se necesita para sacar el máximo provecho de esta tecnología de rápido desarrollo sin poner en peligro la seguridad eléctrica", añade el director del organismo internacional.
"Reformando las tarifas minoristas de la electricidad y con la adaptación de las políticas adecaudas, los servicios públicos y los gobiernos pueden atraer inversiones en energía fotovoltaica distribuida, asegurando al mismo tiempo ingresos suficientes para pagar los activos de la red fija y que la carga de los costes se distribuya equitativamente entre todos los consumidores", puntualiza.
Si se dan estas circunstancias –mejora de la economía, apoyo a las políticas y una regulación más eficaz–, la capacidad instalada global de solar fotovoltaica distribuida superará los 600 GW en 2024, casi el doble de la capacidad total de energía que tiene Japón en la actualidad. Aunque parezca mucho, este crecimiento solo representa, en realidad, el 6% del potencial que tiene la energía fotovoltaica distribuida, según el informe, que calcula este potencial en función de la superficie total disponible en los tejados.
La climatización con renovables, aún en pañales
Como en años anteriores, el informe Renovables 2019 también ofrece pronósticos para las restantes fuentes de energía renovable. Respecto a la climatización con fuentes renovables, señala que se expandirá entre 2019 y 2024, principalmetne gracias al impuslo de China, la Unión Europea, la India y los Estados Unidos.
"Los sectores de la climatización y la electricidad están cada vez más interconectados y la electricidad renovable utilizada para calefacción aumentara en más de un 40%", indica el estudio. Pero la AIE afirma que, en general, el potencial de la climatización limpia sigue estando enormemente infraexplotado.
La AIE estima que la proporción de energías renovables en la demanda total de calefacción no va a ir más allá del 12% para 2024, por lo que anima a adoptar "objetivos más ambiciosos y un mayor apoyo político".
Los biocarburantes representan actualmente alrededor del 90% de las energías renovables en el transporte y su uso aumentará un 25% en los próximos cinco años. El crecimiento estará dominado por Asia, en particular China, debido a la necesidad de este país de aumentar su seguridad energética y reducir la contaminación del aire. En cuanto a la electricidad de origen renovable en el transporte, sólo representará en 2024 una décima parte del consumo de energía en el sector.
El informe indica que, en general, la participación de las energías renovables en la demanda total de combustible para el transporte seguirá siendo muy escasa (en la actualidad está por debajo del 5%). En el mejor de los casos, estas fuentes aplicadas al transporte crecerán un 20% adicional hasta el año 2024, siempre que se les adjudiquen cuotas más altas y participación y un mayor apoyo político, que abra nuevos mercados en el transporte aéreo y marítimo, concluyen los expertos del organismo internacional.
Principales conclusiones del informe
• A pesar del estancamiento que sufrieron en 2018, las adiciones globales de capacidad renovable van a conducir a que en 2019 estas fuentes crezcan un 12% y que la energía solar fotovoltaica vaya a finalizar el año con su mayor incremento en cuatro años.
• Los costes de la energía eólica y solar fotovoltaica siguen disminuyendo rápidamente, lo que mejora su competitividad frente a las nuevas centrales de carbón y gas natural.
• Los sistemas fotovoltaicos distribuidos en hogares, edificios comerciales e industria casi se han triplicado desde 2014, transformando la forma en que se genera y consume la electricidad.
• La participación de las energías renovables en la generación mundial de electricidad alcanzó el 25% el año pasado, mientras que se mantuvo en el 10% en la calefacción y por debajo del 4% en el transporte.