La presidencia de AEF continúa en manos de Juan Laso, consejero delegado de T-Solar, a pesar de los rumores que en las últimas semanas insistían en que ese puesto lo ocuparía José Luis Martínez Martín, quien finalmente aparece en el organigrama como vicepresidente primero ejecutivo.
José Luis Martínez Martín tiene 25 años de experiencia en el sector energético. Fue director de relaciones externas de Enagas, dirigió la reestructuración de la comunicación y estrategia de marketing de Butano y participó en el nacimiento del Instituto Nacional de Hidrocarburos. Como consultor, trabajó durante más de diez años en proyectos de desarrollo corporativo de Unión Fenosa y, en el sector gasista, en el nacimiento y desarrollo de Sedigas y Unigas. Participó en la constitución del Club Español de la Energía, del que fue, durante 14 años, director general.
AEF no tendrá director general
Según la nueva disposición, de AEF desaparece la dirección general, un puesto ocupado en los últimos tiempos por Álvaro del Río, quien había abandonado la asociación; y se sustancian cuatro vicepresidencias con Rafael Benjumea, consejero delegado de Fotowatio; Antonio Navarro, director adjunto a la Presidencia de Siliken; Javier Gorbeña, consejero delegado de Bergé generación, y Arturo Díaz Tejeiro, consejero delegado de Solaria.
AEF ha explicado en un comunicado que próximamente “constituirá diferentes direcciones técnicas y operativas, para impulsar sus acciones de apoyo, representación y fomento de la industria solar fotovoltaica española”. El objetivo, dice la asociación, es “incrementar la presencia institucional, el diálogo con las administraciones e instituciones públicas y privadas, así como disponer simultáneamente de una estructura más operativa en las negociaciones sobre la futura regulación energética”.
En cuanto a su representatividad, AEF dice posicionarse “como una asociación que representa a una gran parte de la industria fotovoltaica española, con capacidad para su promoción y adecuado reconocimiento social, financiero y empresarial, frente a interpretaciones no siempre verosímiles ni próximas a la objetividad”.
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