La planta fotovoltaica de Tagus (380 megavatios, MW) se situará en el municipio de Alcántara, estará integrada por más de 930.000 paneles y 226 inversores en estructura fija; y la fotovoltaica de Cedillo, ubicada entre este municipio y Herrera de Alcántara, contará con una potencia instalada de 375 MW, estará formada por 925.680 paneles y 180 inversores en estructura fija. En este caso, la entrada en operación se prevé en 2022. Iberdrola, que prevé una inversión conjunta de 420 millones de euros, calcula que la puesta en marcha de estos dos proyectos fotovoltaicos involucrará a más de 1.700 profesionales. La empresa proyecta más de 2.600 MW fotovoltaicos a 2023, instalaciones que conllevarían una inversión asociada de 2.000 millones de euros.
El más potente de los megaparques solares en los que está empleada ahora mismo Iberdrola es Francisco Pizarro (590 MW), que pasa por ser el mayor proyecto fotovoltaico de Europa en desarrollo. La compañía, que estima estará operativo en 2022, calcula que será capaz de generar electricidad suficiente como para atender la demanda equivalente de 375.000 personas/año y que evitará la emisión a la atmósfera de más de 245.000 toneladas de CO2 anualmente. Iberdrola, que avanza además en la ejecución de las plantas de Ceclavín (328 MW), Arañuelo I, II y III (150 MW), Arenales (150 MW) y dos en Cedillo (100 MW), tiene ya instalados en la región más de 2.900 megavatios y con los proyectos planteados (más de 2.600 MW), duplicará su capacidad renovable.