Grupo Negratín ha comenzado las obras del parque fotovoltaico ´Virgen del Rosario` en Motril (Granada) con una capacidad de 29,99 megavatios (MW). La planta tiene como objetivo generar energía limpia suficiente para abastecer a aproximadamente 16.519 hogares, contribuyendo a la reducción de 28.908 toneladas de emisiones de CO2 anualmente, lo que equivale a retirar de circulación 6.284 automóviles durante un año completo y mejorando significativamente la calidad del aire. "Este proyecto presenta un desafío técnico debido a la compleja orografía del terreno. A diferencia de la mayoría de las plantas solares que se desarrollan en terrenos mucho más planos, este proyecto requiere el movimiento de gran cantidad de metros cúbicos de tierra, una tarea que implica una planificación y ejecución cuidadosa para asegurar la estabilidad y eficiencia de la planta", indican desde la empresa.
Para abordar estas dificultades, Negratín ha optado por instalar 1.424 estructuras fijas monoposte de fabricación nacional, diseñadas para soportar los 42.720 módulos solares que forman parte de la planta. Estas estructuras permiten adaptar los paneles al terreno accidentado, garantizando estabilidad y eficiencia en la captación de energía solar, incluso en condiciones adversas. Para Florencio Galán, jefe del proyecto Virgen del Rosario de Negratín, "este proyecto representa un paso decisivo hacia la gestión eficaz de energías renovables en terrenos desafiantes. Este proyecto no solo transformará el paisaje energético de la región, sino que también impulsará la economía local al crear empleos y fomentar el desarrollo de la industria renovable en España".
La planta contará con módulos de 700 y 705 Wp, dispuestos para maximizar la captación de energía. El proyecto ya ha adquirido 224 kilómetros de cableado, equivalente a la distancia en línea recta de un extremo a otro de la provincia de Granada, que será fundamental para la interconexión de los módulos. El diseño incluye cinco centros de transformación de 30 kV y 88 inversores de 330 kVA, que transformarán la energía captada por los paneles para su integración en la red de distribución. La energía generada será inyectada a la red a través de la subestación de Endesa en Santa Isabel, al oeste de Motril, lo que requiere la construcción de una línea de transmisión de 9,2 kilómetros. Una de las peculiaridades de esta línea es que, para evitar afectar una zona de invernaderos existentes en la zona, 786 metros del trayecto serán subterráneos, mientras que el resto será aéreo, para superar obstáculos significativos, como el cruce de la autovía A-7 del Mediterráneo. Además, para optimizar el flujo energético y minimizar las pérdidas, se construirá una subestación elevadora que aumentará la tensión de 30 kV a 66 kV antes de ser transportada, con el objetivo de garantizar que la energía llegue con la mayor eficiencia posible a la red general.