El proyecto de la multinacional italiana combina un innovador diseño de ingeniería con la técnica agrivoltaica que mejor se adapta a la zona. En este sentido, está diseñado para poder compatibilizar la instalación de hileras de módulos fotovoltaicos con cultivos locales que, entre otras ventajas, fomentan la polinización. Además, permite el pastoreo y garantiza la biodiversidad, con el fin de mantener, o mejor incrementar, la actividad agrícola local.
Para conseguir el máximo rendimiento agrícola del terreno, Falck Renewables cuenta con la colaboración de organismos e instituciones locales, agricultores de la comarca y expertos en la materia. En cuanrto a los benerficios socioeconómicos, la planta solar suministrará energía limpia a 80.000 hogares, generará más de 500 puestos de trabajo en su etapa de construcción y aportará al Ayuntamiento 4 millones de euros a través del (ICIO), así como más de 600.000 € al año en concepto de IBICE e IAE, entre otros beneficios.
Al cabo de 35 años, cuando acabe la vida útil de la instalación, Falck Renewables retirará los módulos solares y devolverá al terreno su aspecto original. Se trata, por tanto, de un proyecto 100% reversible, según destacan desde la compañía.
Sello de UNEF
En respuesta a la obtención del certificado de UNEF, que garantiza la sostenibilidad y conservación e la biodiversidad del proyecto, Juan Antonio Blanco, director de Desarrollo de Negocio de Falck Renewables España, ha manifestado: “Para Falck Renewables es un gran hito y todo un honor recibir este sello para nuestra planta fotovoltaica de Chiva, fruto de nuestro esfuerzo por poner en marcha un proyecto 100% sostenible y compatible con su entorno, con las técnicas más eficientes y el diseño de ingeniería más completo y mejor adaptado al terreno".
Blanco añade que a esta apuesta por la sostenibildiad se suma "nuestro compromiso con la comunidad local, aportando beneficios sociales a nuestros vecinos más allá de los estrictamente técnico o empresarial. Y, por supuesto, en línea con los objetivos de transición energética en el marco de la descarbonización prevista por la agenda 2030. En resumen, para nosotros este sello viene a confirmar que el proyecto de Chiva será una de las plantas fotovoltaicas más sostenibles, modernas, eficientes y comprometidas con la comunidad de todo el país.”
Entre los criterios para obtener el Sello de Excelencia en Sostenibilidad se incluyen requisitos de carácter socioeconómico, que tienen en cuenta el impacto positivo sobre el empleo local, el efecto en la economía o el diálogo con los actores locales. Los criterios en el ámbito medioambiental se centran especialmente en el emplazamiento de la instalación, en la evaluación de su impacto ambiental y en el diseño de la planta. El sello, además, exige la reversibilidad de las plantas para que, cuando éstas acaben su vida útil y se desinstalen, el medioambiente local haya mejorado considerablemente. Los certificados son otorgados por empresas certificadoras independientes (en este caso concreto, por CERE).
Una instalación acompañaña de polémica
Pero no a todos les gusta esta instalación, que tendría 125 MW de potencia instalada, según la propuesta presentada por Falck Renewables al Miteco y se ubicará a poco más de un kilómetro de la sierra de Chiva sobre una superficie de un millón de metros cuadrados.
Según asociaciones de la zona, semejante despliegue es una amenaza para la biodiversidad del paraje municipal más grande de la Comunitat Valenciana y puede hacer peligrar incluso el aporte de agua dulce.
Las asociaciones explican que el paraje donde se quiere situar la instalación solar está formado por las últimas dehesas valencianas e incluye casi un centenar de árboles monumentales de interés local. Además, este hábitat es frecuentado por especies amenazadas, como el águila culebrera, el águila real o el búho real. Afirman, asimismo, que "el impacto visual va a ser brutal".