"El autoconsumo -explica EnerAgen en autoconsumoaldetalle.es- es una alternativa técnicamente viable para la producción de energía eléctrica para consumo propio por parte de un usuario, quien podrá obtener un ahorro en su factura eléctrica". Según la Asociación de Agencias Españolas de Gestión de la Energía, las instalaciones de autoconsumo no solo le sirven a su propietario para ahorrar electricidad -es decir, dinero-, sino que, además, evitan pérdidas en la red eléctrica, las que se producen cuando el punto de generación de electricidad y el punto de consumo están alejados el uno del otro.
Por otra parte, "desde el punto de vista ambiental -continúa EnerAgen-, al basarse generalmente en el aprovechamiento de fuentes de energía renovables, el autoconsumo comporta una reducción de emisiones respecto de la producción eléctrica a partir de fuentes convencionales". Por lo demás, desde el año 2015, España cuenta con un marco regulatorio que contempla esta modalidad de generación eléctrica y establece el régimen económico, requisitos técnicos y condiciones administrativas que deben cumplir las instalaciones para su conexión a la red.
Eso sí: ese marco es mejorable, según EnerAgen. Estas son las propuestas que plantean en ese sentido las Agencias Españolas de Gestión de la Energía
1. La simplificación de procedimientos para la conexión de instalaciones y el establecimiento de criterios y esquemas homogéneos para todo el territorio nacional, para su aplicación por parte de las compañías eléctricas distribuidoras, constituiría un considerable avance para facilitar la introducción del autoconsumo.
2. La habilitación de una norma que permitiera la realización de instalaciones de autoconsumo bajo la modalidad de “multi-usuario” favorecería su extensión hacia determinados segmentos de consumidores.
3. Revisión de cargos por la energía autoconsumida. Para el establecimiento de estos cargos se debería partir de la premisa de lograr una participación razonable de las instalaciones de autoconsumo sobre los costes reales del sistema eléctrico, sin que en ningún caso puedan tener carácter disuasorio ni supongan la inviabilidad económica de estas instalaciones.
4. La regulación del autoconsumo debería integrar las variables relacionadas con el ahorro, la eficiencia y la gestión energética asociadas a las instalaciones y considerar las particularidades específicas de cada tecnología.
5. Una vez demostradas las ventajas del autoconsumo, se debería evolucionar hacia otros modelos más eficientes de explotación de estas instalaciones, como por ejemplo los basados en sistemas de compensación de saldos energéticos o “balance neto”.