El final del impuesto al Sol ha disparado efectivamente el mercado del autoconsumo solar en España. El sector estaba preparado para ello -distribuidores, ingenierías, instaladores-, pero los clientes potenciales, amenazados por el impuesto en cuestión, no acababan de dar el paso. El Gobierno Rajoy había estado atizando el fantasma del impuesto durante tres años (los primeros rumores datan de 2012); aprobaría la norma que lo instituía en octubre de 2015; y hasta tres años después, octubre del 18, el legislador mantendría vigente el impuesto (la derogación llegó con Rajoy desahuciado y Sánchez en la Moncloa). A pesar de todo, el autoconsumo fue abriéndose paso poco a poco, porque en muchos casos -sobre todo en instalaciones de cierto tamaño-, el impuesto no neutralizaba todo el ahorro de electricidad que ofertaba la instalación. Así, salieron adelante autoconsumos en muchas industrias agropecuarias (ganaderías porcinas, granjas de pollos), almacenes de productos congelados o naves del sector hortofrutícola (instalaciones con gran demanda, y muy estable, de electricidad, y en las que el ahorro era mucho mayor que el impuesto) o grandes superficies comerciales. El autoconsumo da así el primer salto considerable en 2017 (122 megavatios instalados).
Pero el primer empujón potente tiene lugar al año siguiente, en 2018
Ese año, el sector instala 236 megavatios de autoconsumo solar, o sea, casi el doble que en 2017. Doscientos treinta y seis megavatios de autoconsumo que ahora se van a quedar muy cortos en comparación con los entre 300 y 400 que estima UNEF para este año. Los motivos de esa explosión son varios: (1) el susodicho (la derogación del impuesto); (2) la bajada de los costes de las instalaciones (que ya era considerable en 2012 con respecto a 2009-2010, pero que se agudiza en esta segunda mitad de la década; UNEF estima que la tecnología FV ha reducido sus costes un 95% en los últimos diez años); (3) la calidad de los profesionales ("el sector es puntero y reconocido mundialmente. Los profesionales son altamente valorados en todo el mundo", ha dicho el presidente de UNEF, Jorge Barredo); y (4) el recurso, el Sol, abundante en un país como el nuestro. En fin, que los mimbres estaban y que solo hacía falta un marco apropiado para fabricar un buen cesto. Y en ello está el sector, disparado en clave de autoconsumo, y disparado también en lo que se refiere a los megaparques solares para vertido a red. Según el director general de UNEF, José Donoso, el sector ha conectado en lo que va de año 1.300 MW nuevos (el año pasado solo conectó 26; no hay error tipográfico: 26) y podría cerrar ejercicio con un total de entre 3.000 y 4.000 (el Ejecutivo Rajoy subastó 3.900 megas que deben ser conectados antes de finales de año).
Balance
Así que el balance 2018 que presentó ayer UNEF no puede ser más optimista. "En comparación con el año anterior, 2017, cuando se instalaron 135 MW nuevos, la potencia fotovoltaica instalada en 2018 ha aumentado un 94%", han destacado esta mañana Barredo y Donoso. España ya alcanza así los 5,1 gigavatios (GW) de potencia fotovoltaica acumulada, situándose como el quinto país de Europa con más gigavatios. De los 262 MW nuevos instalados en 2018, el 90% (236) corresponde a autoconsumos (y un tercio de ellos, a instalaciones agrarias no conectadas a red; sustitución de equipos de gasóil por solar fotovoltaica, para riegos y bombeos, por ejemplo), mientras que el 10% restante (26 MW) proviene de plantas fotovoltaicas conectadas a la red. Las dos líneas de negocio -la del autoconsumo y la del vertido y venta a la red- han crecido pues mucho, pero... "les queda muchísimo por crecer", ha apuntado esta mañana, inequívoco, el presidente de UNEF: "están cogiendo ritmo y creo que durante 2019 veremos un gran incremento de la actividad en autoconsumo". De los 3.900 megavatios subastados y que deben estar conectados antes de finales de año so pena de sanción, Donoso ha dicho que la mayoría lo estarán.
Economía
Este crecimiento del sector fotovoltaico -explican desde UNEF- ha generado un impacto positivo también a nivel económico y social. La contribución del sector fotovoltaico al PIB nacional ha crecido en 2018 un 19% con respecto a 2017, situándose en 5.119 millones de euros (sumadas la huella directa, indirecta e inducida), y el número total de empleos generados por el sector superó los 29.000 (7.549 directos; 13.393 indirectos; y 8.365 inducidos), registrando un aumento del 19% con respecto al año anterior. “Estas cifras, en continuo crecimiento, ponen de manifiesto la importancia del sector fotovoltaico como sector económico que genera riqueza y empleo de calidad”, ha dicho Jorge Barredo, que ha añadido un dato de última hora que también es significativo del crecimiento que está experimentando el sector: ahora mismo -ha concretado- son socias de UNEF 374 empresas (fabricantes de inversores, de seguidores, utilities, empresas que se dedican al autoconsumo, despachos de abogados). Pues bien, acabamos de recuperar del buzón de correo electrónico una nota de prensa que nos envió UNEF en junio de 2018, justo después de la moción de censura, y UNEF firmaba entonces así: "La Unión Española Fotovoltaica (UNEF) es la asociación sectorial de la energía solar fotovoltaica en España, formada por más de 250 empresas, entidades y agrupaciones de toda la cadena de valor de la tecnología". 250 socios a mediados de 2018; 374 a día de hoy.
¿Conclusión?
El incremento de socios en UNEF ha sido espectacular en los últimos 15 meses. Las perspectivas que vislumbra y ha presentado la asociación, también: "UNEF espera en 2019 la instalación de entre 3.000 y 4.000 megavatios de proyectos fotovoltaicos" (entre 3 y 4 gigavatios, GW). Además -ha recordado Donoso-, actualmente, y según datos facilitados por Red Eléctrica de España, de todos los proyectos fotovoltaicos que han solicitado los permisos de acceso y conexión a la red, hay 43,6 GW autorizados y 69,1 GW en proceso de tramitación. El director general ha reconocido que no todos se instalarán, pero en todo caso el dato es representativo del frenesí que está viviendo el sector estos días. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, que el Gobierno envió a Bruselas hace unos meses establecía como horizonte 2030 un parque de generación solar fotovoltaico de 27 gigas (GW). Donoso lo ve, desde el punto de vista industrial y de ejecución, perfectamente factible: "no hay problema para alcanzar los 27.000 megavatios. Cuellos de botella no hay a escala global". Hay no obstante algunas incertidumbres: la financiación (que se va a fijar mucho en el precio al que será retribuido el kilovatio hora fotovoltaico) y las condiciones y circunstancias del acceso y la conexión.
UNEF ha remarcado la importancia de contar con un procedimiento de acceso y conexión a la red "transparente, ágil y que garantice igualdad de condiciones para todos los actores". Para conseguirlo, la asociación señala unas actuaciones clave, que incluyen liberar más capacidad de conexión a la red, revisar el criterio de potencia de cortocircuito, e introducir (1) requisitos previos, como el derecho de uso de los terrenos; y (2) hitos administrativos posteriores: "queremos eliminar cualquier movimiento especulativo -ha dicho Donoso-, queremos que los proyectos tengan como mínimo acuerdos con los propietarios de los terrenos en los que vas a poner en marcha tu instalación antes de que puedas ir a Red Eléctrica a pedir acceso, y queremos que luego se establezca una serie de hitos a cubrir. No queremos avales más altos, porque así estás poniéndole barreras a los pequeños. Pero sí queremos un período de... cinco años con hitos que, si no vas alcanzando... pues pierdes el punto de conexión, los avales... ¿Tramitación más exigente? Sí. Pero no avales más altos".
Además, UNEF es partidaria de eximir del requisito de acceso y conexión a las plantas pequeñas.
Donoso ha hecho hincapié también en las tramitaciones, que no deben ser cuellos de botella: "deben ser más ágiles". El director general de UNEF considera que las Administraciones deben dotarse del personal suficiente. Además, la Administración debe adecuarse a los tiempos. "Hace falta una mayor descentralización", ha dicho. Hasta ahora las comunidades autónomas pueden tramitar instalaciones FV de menos de cincuenta megavatios, pero ese listón -ha apuntado Donoso- debe elevarse hasta los 250-300 megavatios "para evitar que a nivel central haya cuellos de botella".
Volviendo a los dineros: la asociación ha señalado como necesaria la revisión de la remuneración de la generación para dar señales a largo plazo que atraigan la inversión, facilitando la firma de contratos PPA (contratos bilaterales directos "productor-consumidor" de compraventa de electricidad), revisando el diseño del mercado marginalista e introduciendo subastas homologables internacionalmente. "No hay problemas para que esas subastas -ha dicho Donoso- sean tecnológicamente neutrales y que ese megavatio se lo lleve el más barato". El director general de la asociación en todo caso propone una reserva de potencia para parques pequeños y ve positivas también las subastas de potencia de respaldo (ha llegado a mencionar incluso a la termosolar).
Las asignaturas pendientes para el autoconsumo
En cuanto al autoconsumo, UNEF prevé un crecimiento "a ritmo sostenido". Bajo el nuevo marco regulatorio liberalizado, sin las barreras del RD 900/2015 (el que establecía el impuesto al Sol, aparte de otros obstáculos técnicos-administrativos), la asociación espera "que se instalen unos 300 - 400 MW nuevos anuales". Esa es su estimación, pero UNEF también ha alertado: "se hace necesaria la finalización de la regulación de detalle de la compensación de excedentes y del autoconsumo colectivo y la implantación del registro de autoconsumo, así como la regulación de la conexión a red para facilitar los trámites de las instalaciones de autoconsumo y, en especial, de aquellas sin excedentes".
Asimismo, José Donoso, director de UNEF, ha señalado que “es esencial que la tarifa que diseñen la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y el Ministerio para la Transición Ecológica acompañe la transición energética y no genere una barrera al autoconsumo, eficiencia energética o vehículo eléctrico. Para ello -ha concluido, debe reducirse el término fijo función de la potencia contratada e incrementar el variable, lo que nos acercaría a los países de nuestro entorno”.
