El proyecto Sol do Cerrado está formado por 17 subparques solares, de los cuales cuatro ya están en operación, y se encuentra ubicado en el municipio de Jaíba, en el estado de Minas Gerais. Su coste se sitúa en los 590 millones de dólares, según un comunicado de la empresa, en el que también indica que la construcción del parque generó unos 3.000 puestos de trabajo en el momento álgido de las actividades, siendo mano de obra local aproximadamente el 50%.
Cuando esté plenamente operativo, el próximos mes de julio previsiblemente, Sol do Cerrado va a generar aproximadamente el 16% de toda la energía consumida en Brasil por Vale, que es una de las mayores productoras de mineral de hierro del mundo. El proyecto también incluye una línea de transmisión de 15 kilómetros, que conecta las subestaciones de Sol do Cerrado y Jaíba, desde donde la energía se vuelca en el Sistema Interconectado Nacional.
La energía solar es la fuente que crece más rápido en Brasil y ya supone cerca de un 10% de la matriz energética del país, con una potencia instalada de 21.349 MW, según datos oficiales. La Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica (Absolar) estima que este año la capacidad instalada en esta tecnología ha crecido un 50 % con respecto a finales de 2021 y apunta que este crecimiento se debe, sobre todo, a la rápida expansión de las pequeñas instalaciones domésticas y privadas, que ya representan un 69 % de toda la producción fotovoltaica del país.
"Sol do Cerrado es un proyecto sin precedentes para Vale, que aporta desarrollo local, energía renovable y está vinculado a nuestro objetivo de ser líderes en minería sostenible", ha declarado Eduardo Bartolomeo, presidente de la multinacional, fundada en 1942 y con sede en la ciudad de Río de Janeiro. La empresa opera en los sectores de minería, logística, energía siderúrgica y petróleo, y es uno de los mayores operadores logísticos de Brasil. Es también la segunda compañía minera más grande del mundo .