Endesa ha aprobado el Plan de Sostenibilidad 2023-2025 con el que pretende sumar 4.400 megavatios (MW) de nueva potencia solar y eólica para alcanzar el 91% de la producción peninsular libre de emisiones en 2025, con una inversión de 4.300 millones de euros. Así, se prevé pasar de una capacidad renovable de 9,3 gigavatios (GW) en 2022 a 13,6 GW en 2025, "acompañada de un fuerte desarrollo de la capacidad de almacenamiento", añade Endesa en un comunicado. La digitalización de la red también se contempla en el plan con 280 millones que contribuirán a que en 2025 el 58 % de las facturas sean electrónicas. La movilidad eléctrica, con una previsión de instalación de 66.000 puntos de recarga pública y privada en 2025, así como la extensión del autoconsumo, son otros ejemplos de líneas estratégicas.
"Reforzar nuestro compromiso con la sostenibilidad es la mejor manera de orientar nuestro plan industrial y seguir siendo líderes de una transición energética justa, que cree valor a largo plazo para toda la sociedad", ha declarado María Malaxechevarría, directora general de Sostenibilidad de Endesa tras la aprobación de este plan. En concreto, el Plan Estratégico de Endesa 2023-2025 orienta su actividad hacia la descarbonización y la electrificación para luchar contra el cambio climático y avanzar hacia la soberanía energética. De las 130 medidas del Plan de Sostenibilidad, tienen un lugar destacado las orientadas a la creación de valor con el objetivo llegar en 2030 a 900.000 en el periodo 2015-2030 en programas educativos. Entre ellos, la FP Dual, en colaboración con consejerías de Educación de varias comunidades autónomas o la recientemente creada Escuela Rural Sostenible, eje formativo del Plan Socioeconómico del Proyecto de Transición Justa de Andorra, con el que se espera ofrecer más de 300.000 horas de formación a 5.000 personas durante los próximos tres años.
Nuevas medidas
Una de las nuevas medidas incluidas en el Plan es el compromiso de la compañía de alcanzar la no pérdida neta de biodiversidad para 2030. Los objetivos de reducción de residuos, el uso responsable del agua en el proceso de generación de electricidad, así como iniciativas de movilidad sostenible dentro la compañía y eficiencia energética permiten mantener niveles de reducción de huella ambiental. Un ejemplo tangible es la actualización del plan de electrificación de la flota corporativa con un objetivo cercano al 60% en el año 2025, frente al 10% en 2022. En economía circular, por su parte, destacan objetivos de implantación de nuevos modelos de uso basados en un cambio cultural, extensión de la vida útil y nuevos ciclos de vida. Como muestra concreta, se establecen alianzas con terceros como la recientemente firmada con LafargeHolcim España por el cual ambas compañías trabajarán para acelerar la transición energética a través de un acuerdo de simbiosis empresarial basado en el suministro de energía verde, el desarrollo de infraestructuras sostenibles y la recuperación y reutilización de materiales. En finanzas sostenibles el nuevo plan incluye el objetivo del 87% de deuda bruta vinculada a aspectos sostenibles en 2025.