Las estadísticas de la CNE indican que en 2009 y 2010 en España se han instalado 94 MW. Estos datos no resisten comparación con el entorno europeo. En 2009 en España se instalaron 5 MW, en Francia 185 MW, en Italia 730 MW y en Alemania, líder mundial indiscutible, 3.800 MW. En este 2010, mientras que el mercado español -extrapolando los datos más recientes de la CNE- rondará los 100 MW, en Francia se instalarán 500 MW, en Italia 1.500 MW y en Alemania 7.000 MW, según el rango más bajo de las estimaciones de la European Photovoltaic Industry Association. España de ser locomotora ha pasado a furgón de cola y parece a punto de descarrilar.
Para ASIF la “destrucción” del mercado fotovoltaico se explica por “la falta de apoyo por parte del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITyC), la incertidumbre regulatoria y la presión de ciertos lobbies”. La traducción de lo que está sucediendo, asegura esta asociación, es que su valor “cayó un 98,5% en 2009 y la actividad está siendo prácticamente nula durante 2010”.
Parálisis industrial y destrucción de empleo
La industria solar fotovoltaica está compuesta por unos 50 fabricantes que, según los datos de ASIF, operaron en el mejor de los casos al 25% de su capacidad durante el año 2009 y tuvieron que exportar el 75% de su producción ante la inexistencia de mercado interior. En términos de empleo, desde septiembre de 2008 se han perdido unos 30.000 puestos de trabajo, alrededor del 90% de los temporales y el 30% de los fijos, asegura la patronal.
Todo esto está sucediendo con una tecnología que reduce sus costes con rapidez. “Las tarifas”, asegura ASIF, “se han reducido una media del 34,3% desde 2008 -el 41,3% para plantas en suelo- y el Gobierno está planteando bajadas extraordinarias del 25% al 45% de un modo inmediato. De producirse estas reducciones adicionales, ciertamente excesivas, las tarifas habrían bajado una media del 56,9% (el 68,5% para plantas en suelo) en apenas cuatro años”. Estos datos garantizarían que la fotovoltaica se convertirá en una tecnología más barata para los consumidores en muy pocos años, a mediados de la década actual. “Con la Paridad de Red, será más rentable para ellos el producir y autoconsumir la electricidad generada por sus propios paneles solares que adquirir la energía a las compañías eléctricas”. El problema, dice ASIF, es que antes de llegar a ese punto ha comenzado la destrucción del tejido empresarial que tendría que responder a esa demanda.
Cambio de rumbo
Ante esta situación, y con la propuesta del Ministerio de Industria de una regulación que ASIF entiende “más restrictiva, que puede terminar de tirar por la borda todo el esfuerzo y toda la inversión realizada hasta la fecha”, esta asociación reclama a “Industria, al resto del Gobierno y a todos los grupos parlamentarios, un rápido golpe de timón que permita al país recuperar la senda perdida y volver a encabezar el desarrollo internacional de la más social de las tecnologías de generación que, sin duda, será una de las referencias de los próximos años”.
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