Empresas y ecologistas advierten que el mercado solar español pierde peso

España es el país europeo, junto a Portugal, que más partido podría sacar a la energía solar, dada la abundancia de este recurso. España es también el primer fabricante europeo de módulos fotovoltaicos (9% de la producción mundial) y es el país que más necesita reducir sus emisiones de CO2, al ser el que más se aleja del cumplimiento de Kioto.

“Sin embargo, la falta de ayudas eficaces está provocando que el mercado solar español esté perdiendo peso en el mundo”, argumentan estas organizaciones: en 2002 se vendieron en España sólo un 0,7% de los módulos solares del mundo, frente a un 3,6% en 1992. El ritmo de instalación de energía fotovoltaica en nuestro país es dos tercios inferior a lo previsto en el Plan de Fomento de las Energías Renovables, y la potencia instalada es sólo un 7% de la que tiene Alemania.

“Como ya dijo la Comisaria Europea de Medio Ambiente Margot Wallström, el grado de desarrollo de las energías renovables dependerá del apoyo que reciban” , señala Javier Anta, presidente de ASIF.

“¿Cómo les explicaremos a nuestros hijos que, mientras los glaciares se derriten por el cambio climático, no estamos haciendo todo lo posible por aprovechar energías limpias como la solar?” , apunta José Luis García Ortega, responsable del Proyecto Greenpeace Solar.

Por su parte, Miguel Arrarás, presidente de la Sección Fotovoltaica de APPA piensa que “pese a la buena noticia de que el límite de 5 kW para retribuir con 60 pesetas por kWh se ha ampliado hasta instalaciones de 30 kW de potencia, todavía quedan muchas medidas por adoptar, especialmente fiscales, para invitar a los ciudadanos a apostar por esta energía”. APPA reclama que una primera medida sería no incrementar la base imponible de los particulares que reciben subvenciones por adquirir instalaciones fotovoltaicas.

Medidas propuestas
ASIF, APPA y Greenpeace proponen al Gobierno español una actuación urgente para aprovechar el potencial de la energía solar fotovoltaica en nuestro país. Entre las medidas que reclaman, destacan:
1. Estabilidad de la prima al kWh fotovoltaico: establecer las primas fotovoltaicas por un periodo fijado de 20 años, a contar desde la fecha de instalación.
2. Sustitución de las subvenciones por:
– Un aumento de las primas (que serían decrecientes en el tiempo), para garantizar el retorno de la inversión en 10 años. Aumentar a no menos de 100 kW el “escalón” a partir del cual una instalación recibe las primas mayores.
– Revisión fiscal, aumentando la deducción al 50%.
3. Revisión y actualización de la normativa vigente, permitiendo entre otras cosas que los clientes de media tensión puedan conectar su instalación fotovoltaica en baja tensión.

Según los expertos, las energías convencionales reciben cada año 80.000 millones de euros en subvenciones directas e indirectas en los países de la OCDE. Para que la energía fotovoltaica compita económicamente con ellas haría falta una inversión mundial de 50.000 millones de euros en los próximos 20 ó 25 años. En proporción a su peso económico, a España le correspondería dedicar 1.250 millones a lo largo de los próximos 25 años.

“No hay bastante dinero para las energías renovables, pero Aznar estaba dispuesto a gastar más de 900 millones de euros en el ITER, para intentar tener dentro de 50 años un reactor de fusión nuclear, cuando ya tenemos uno barato, seguro e inagotable: el sol”, ha declarado Valeriano Ruiz, catedrático de Termodinámica de la Universidad de Sevilla.

Más información:
Greenpeace
José Luis García: 91 444 144 00
www.greenpeace.es

ASIF
Javier Anta: 91 590 03 00
www.asif.org

APPA
Miguel Arrarás: 93 414 22 77
www.appa.es