La luz ha subido y nadie sabe cómo ha sido. Explicaciones, muchas: oficiales unas, interesadas otras. Últimamente hay una excusa recurrente: no ha habido suficiente generación renovable que module el ansia creciente de altos precios del mercado. Es cierto: poco viento, escasa lluvia... pero mucho sol. Ojo a este dato. Si hubiéramos tenido la misma potencia instalada en energía fotovoltaica que Alemania, es decir 40 GW en lugar de 5,6 GW, ¿se podrían dar las actuales explicaciones sobre el encarecimiento del mercado de la electricidad, aunque no haya viento?
Me tiene sorprendido el tremendo silencio que hay en el entorno sobre este asunto. Ni una voz de alarma, ni a derecha ni a izquierda, ni por los consumidores, ni por el sector renovable cuando el pagano como de costumbre es el ciudadano. ¿Es posible que nos hayamos quedado atocinados todos los que en su día venimos reclamando más presencia de las renovables en el mix de generación eléctrica? Estar de vacaciones es peligroso; nos meten todos los goles.
El gobierno sale anunciando que prepara "reformas sustantivas" que impulsen aspectos como la transición energética y, al mismo tiempo, "garanticen la protección" a los colectivos más vulnerables. Faltaría más que ni siquiera el Ejecutivo hablase sabiendo que tiene un problema acumulado en años con el modelo energético al que nunca se ha atrevido a meterle mano.
Un ministerio que pomposamente se llama Ministerio para la Transición Ecológica debe tener claro que toda nueva política energética pasa por cerrar la generación eléctrica que encarece y contamina e introducir la misma capacidad anulada con energías renovables y, en particular, con la energía solar de la que nuestro territorio es tan privilegiado. Algunas compañías eléctricas ya tomaron la iniciativa, por cierto, con oposición oficial.
Hoy día la generación fotovoltaica casa en precios en el mercado no sólo en los actuales sino en los que han estado vigentes durante todo el año, con lo que una generación de 20 GW hubiera contribuido a reducir los precios de mercado sólo con evitar la introducción de otras generaciones más costosas precisamente en las horas punta cuando el sol está en su plenitud. Los PPA [power purchase agreement, contratos bilaterales de compraventa de electricidad] firmados tras las subastas así lo atestiguan.
Las verdaderas medidas estructurales que debe abordar un gobierno autotitulado progresista es romper con la inercia política de ralentizar la introducción de renovables y en particular de la energía solar fotovoltaica para la que el suelo y el cielo peninsulares son una mina.
Como el sol siempre está ahí, incluso cuando hay nubes, la iniciativa privada que cree en la reducción de costes energéticos y en la eficiencia (y además lo necesita) se moviliza dentro de los límites actuales regulatorios. En Donostia San Sebastián una cooperativa de servicios energéticos, Urberoa S Coop, que abastece a 600 viviendas de agua caliente y calefacción y proporciona energía eléctrica al sistema aprovechando el calor generado dentro de un particular District Heating, participa actualmente en un proyecto europeo con importantes grupos tecnológicos y universidades europeas denominado Thermoss. El objetivo es subir la temperatura del agua caliente del retorno para su introducción de nuevo en el circuito a la temperatura adecuada. Todo ello, mediante la aplicación al sistema de la energía proveniente de placas termosolares. La consecuencia es clara: una reducción del 20% en la compra del gas y una amortización por debajo de los 10 años. Y eso que el sol de Donostia no es el de Sevilla.
El objetivo principal del proyecto Thermoss es contribuir al desarrollo y evolución de la tecnología (en la Unión Europea) de las redes de calor y frio para edificios mediante las aplicaciones de la tecnología fotovoltaica. Aumentar la eficiencia de la rehabilitación térmica del edificio residencial, con un objetivo de reducción del consumo energético del 30%.
A pesar de que desde el gobierno en la última década se ha echado la culpa de todos los males energéticos a las energías renovables, en la Asociación de Empresas de Energías Renovalbles (APPA Renovables) siempre hemos destacado que “en el período 2005-2016 los ahorros en el pool ascendieron a 55.064 millones de euros, cifra superior en 5.325 millones a la retribución regulada (primas) percibida (49.739 millones). Dicho de otra manera, sin energías renovables la factura eléctrica de los consumidores españoles, tanto domésticos como industriales, habría sido, sin duda, más cara.
Gracias a los ahorros de las renovables en el mercado eléctrico se potencia la competitividad de las grandes empresas españolas y se abarata la factura de los ciudadanos que, sin estas tecnologías, asumirían unos costes eléctricos más elevados. La prueba es la actual situación.
Por su parte, el banco de inversión Lazard informa de la competitividad introducida por las tecnologías renovables, con reducciones del coste del 85% (fotovoltaica) y 66% (eólica). A diferencia de las renovables, los combustibles fósiles no reducen su precio e introducen escenarios económicos inciertos y dependientes. Por eso hasta nuestros petroleros se apuntan al sector eléctrico en su sección renovable, que es el futuro.
La transición energética del gobierno debería iniciarse y no hablarse
No basta sólo investigar el mercado y sus extrañas actuaciones (supuesta mano negra), sino que hay que abordar además y de una vez su necesaria y esperada reforma. Pero las medidas del gobierno no serán eficaces si no se rompe la negativa inercia que gobiernos precedentes han mantenido con la inversión en renovables y se abre la puerta al impulso de la energía fotovoltaica -minoritaria en nuestro sistema energético pero creciente en todo el mundo- como garantía de suministro y abaratamiento de costes energéticos.
Empecemos por hacer realidad la implantación de los cuatro gigavatios (4 GW) aprobados en las subastas precedentes pero que, a su vez, se abran procedimientos factibles para nuevas instalaciones fotovoltaicas en una acción coordinada y sin trabas administrativas con Comunidades Autónomas y Ayuntamientos. Demos una salida regulatoria posibilista al autoconsumo, facilitemos en esa regulación la generación distribuida y especialmente levantemos el veto a las tecnologías de almacenaje que se van optimizando e implantándose con rapidez.
Francisco Xabier Albistur Marin
Expresidente de la Sección Fotovoltaica y miembro de la Junta Directiva de APPA Renovables
