Además, se define el concepto de “instalación de producción próxima a las de consumo y asociada a las mismas”. Con esta figura, se permite realizar el autoconsumo tanto con instalaciones de generación situadas en la misma vivienda, como en otras que estén ubicadas en las proximidades (< 500 metros de radio) y conectadas en baja tensión. El Real Decreto también abre la puerta a que un consumidor pueda aprovechar los excedentes de su vecino y coparticipe de autoconsumo, si éste no está consumiendo su parte proporcional de energía. Este sistema sería posible con el desarrollo de coeficientes dinámicos. De momento el RD solo incluye el estático.
A continuación, presentamos una serie de cuestiones y respuestas, que nos planteamos ante este momento de incertidumbre legislativa alrededor del autoconsumo colectivo.
¿Cómo dimensionar una instalación de autoconsumo colectivo?
No existe un dimensionado único que se pueda tomar como referencia, al final depende del perfil de consumo futuro que tendrá el conjunto de los consumidores asociados. No podemos predecir el futuro... ahora bien, lo que para nosotros parece sensato es hacer un análisis conjunto de los consumos horarios de todo el año anterior de todos los consumidores que se asociarán a la instalación colectiva.
Con toda esa información y la localización de la planta, podemos calcular cuál hubiera sido la potencia óptima para ese colectivo para el año anterior y tomar ese dato de potencia como referencia para el dimensionado de la planta. Esta sería una aproximación inicial que nos permitiría acotar la potencia de instalación que van a necesitar, pero no evitará que la instalación tenga excedentes en muchos momentos, ya que el perfil de consumo de los participantes seguro variará.
El hecho de que existan excedentes por un reparto con coeficientes estáticos, supone que también habrá un mecanismo de valoración de excedentes, bien sea por compensación simplificada en factura o por venta al mix como productos. Esto puede ser un acicate para realizar sobredimensionamiento adicional si el ROI sigue siendo atractivo o se prevén futuras incorporaciones de autoconsumidores asociados a la instalación de generación que disminuyan el volumen de excedentes. Esto permite pensar que debería mostrarse un abanico de dimensionamiento que resulte atractivo para los autoconsumidores asociados.
¿Quién paga la instalación?
Este es un tema muy interesante, ya que tendemos a pensar que la instalación tiene que ser pagada entre los mismos autoconsumidores, pero esto no tiene por qué ser así. Nosotros pensamos que es algo que depende del modelo de negocio que exista detrás de la explotación de la planta; al final quien financie la instalación será un individuo o un colectivo, o una empresa, que recibirá unos ingresos en función del rendimiento que se le dé a la producción que genera la planta.
De este modo, para aumentar el rendimiento financiero de la planta, consideramos que se tiene que autoconsumir la mayor cantidad de energía producida, reduciendo los excedentes a cero o mejor dicho minimizarlos, dentro de un abanico de posibilidades (ROI, potencia máxima disponible, futuras incorporaciones de más autoconsumidores). Para conseguirlo, vemos necesario que el reparto de la energía producida por la instalación tiene que ser óptimo y debe de ajustarse en función de las necesidades de cada consumidor.
¿Cómo optimizar el reparto de la producción entre todos los autoconsumidores asociados? Coeficientes de reparto de energía “estáticos” vs “dinámicos”
Es evidente que un coeficiente estático de reparto de energía no es la forma óptima de distribuir la energía producida por una instalación colectiva. Para nosotros, es necesario integrar un sistema de reparto de energía dinámico que permita distribuir hora a hora la energía producida entre todos los participantes del autoconsumo colectivo. De esta forma, conseguimos beneficio doble, por una parte, autoconsumir una mayor cantidad de energía en cada hora, aumentando el rendimiento financiero de la instalación, y por otra parte, aumentamos el ahorro conseguido por los autoconsumidores. Y no nos olvidemos de las comercializadoras, que si deciden sumarse a este modelo y ser ellas las que financian y gestionan la producción entre los clientes asociados, estaríamos hablando de un mayor beneficio.
Nosotros ya estamos haciendo algunas simulaciones de repartos de energía estáticos vs dinámicos. Para ello tomamos datos reales de producción de una instalación solar de 6 kWp y los casamos con los datos horarios reales de consumo de un grupo de cuatro autoconsumidores. Se trata de un piloto en Paterna (Valencia) cuya presentación se puede encontrar en el siguiente enlace al video.
A continuación se puede apreciar como varían las necesidades de consumo de cada autoconsumidor hora a hora y a su vez como se va ajustando el coeficiente dinámico individual en función de la producción total disponible y las necesidades de consumo que tiene el resto de autoconsumidores.
Los resultados que obtenemos son impresionantes, consiguiendo reducir los excedentes de la instalación hasta cero en muchos días.
¿Cómo, cuándo y quién va a comunicar estos coeficientes? ¿Qué protocolo de comunicación se va a usar?
Como indica la norma, en un autoconsumo colectivo donde hay más de un consumidor asociado a las instalaciones de generación, todos deben pertenecer a la misma modalidad de autoconsumo y tienen que comunicar a la distribuidora (directamente o a través de su comercializadora) un mismo acuerdo firmado por todos los participantes que recoja los criterios de reparto del autoconsumo, sea en función de la potencia de los consumidores, su aportación económica a la instalación de generación asociada o cualquier otro criterio (en ausencia de notificación de acuerdo de coeficientes de reparto, la distribuidora los calculará de oficio en función de las potencias contratadas). Vemos necesario que estos coeficientes de reparto se comuniquen de forma periódica, permitiendo hacer al menos un reparto dinámico.
La CNMC ha tenido que adaptar los formatos y protocolos de comunicación existentes entre las empresas distribuidoras y comercializadoras para incorporar la normativa sobre el autoconsumo (Real Decreto 244/2019, de 5 de abril), conforme a lo dispuesto en la Resolución de 20 de diciembre de 2016. Adicionalmente, la CNMC debe aprobar un nuevo formato de fichero de intercambio de información entre distribuidores y Comunidades y Ciudades Autónomas, para que los consumidores conectados a baja tensión y con potencia instalada de generación inferior a 100 kW que realicen el autoconsumo, puedan ver modificados de oficio, sus contratos de acceso. El plazo para recibir alegaciones finalizó, para ambas resoluciones, el pasado 13 de septiembre, así que esperemos que pronto salgan novedades al respecto.
¿Qué modelos de negocio pueden surgir detrás de estas instalaciones solares colectivas?
Nosotros vemos una gran oportunidad para las comercializadoras, ya que pueden ofrecer modelos de comercialización de energía más competitivos, donde se ofrezca al cliente energía renovable de cercanía y más económica. Sin olvidarnos además de que puede servirles de mecanismo de retención de sus clientes. Habrá que ser cautos, y ver exactamente qué ofrecen y a qué precio, para evitar que a la larga le acabe costando caro al consumidor.
¿Qué barreras técnicas existen?
Una barrera importante que encontramos es la accesibilidad de los datos de consumo y generación, es decir, las curvas de carga horarias de todos los consumidores asociados y las de las instalaciones de generación. El intercambio de información entre las partes de forma transparente y rápido es clave. Sin una buena comunicación y correcta granularidad de datos será imposible realizar todos estos repartos dinámicos, limitando mucho el potencial del autoconsumo colectivo. Vemos necesario aprovechar la infraestructura existente, los contadores ya instalados, capaces de captar datos de consumo horarios. De esta forma será fácil escalar el sistema, sin tener que instalar hardware extra que pueda ser una dificultad o barrera de entrada para el consumidor.
¿Qué fórmulas legales hay que desarrollar para implementar estos autoconsumos colectivos con coeficientes dinámicos?
No hay que olvidar que por mucha tecnología que exista, deberá existir un contrato que respalde todo lo que sucede entre las partes. El modelo de autoconsumo colectivo llevará asociados una serie de contratos, que definirán muchas variables que posteriormente podrán ser integradas en un software para que se autogestione todo.
El tipo de reparto de energía que se va a utilizar, el número de participantes del autoconsumo colectivo, el coste de la energía autoconsumida, el número de propietarios y porcentajes de la instalación, las condiciones de reparto de los beneficios o ahorros, así como los precios de compensación o venta de excedentes, etc, son algunas de las cuestiones que habrá que definir con exactitud.
En Pylon, junto con nuestros abogados, ya estamos trabajando el aspecto legal que da soporte al software que hemos desarrollado, con el fin de mostrar al mercado que el autoconsumo colectivo es ya una realidad.