El ITE está analizando el ciclo de vida de cuatro modelos de paneles fotovoltaicos de diferentes tecnologías (silicio amorfo, monocristalino, policristalino y CIS) para conocer qué cantidad de energía consumen en cada una de las etapas de su vida útil y analizar la posibilidad de reciclar por separado el vidrio, el aluminio y los semiconductores de los que están compuestos.
Con este proyecto se obtendrá una comparativa del consumo energético necesario para la producción, distribución, mantenimiento y desmantelamiento de cada una de los paneles fotovoltaicos estudiados. También se sabrá el tiempo de amortización energético de cada módulo, es decir, el tiempo que tardan en generar la energía empleada en su fabricación. Para ello, se analizará cuánta energía ha producido el panel y el efecto de degradación del mismo. Y por último, está previsto dar a conocer las técnicas de reutilización existentes de los componentes obsoletos y definir pautas para la correcta gestión de los subproductos generados.
Esta iniciativa, aseguran sus promotores, “es pionera en España” y se realiza en la misma dirección de otras investigaciones como las que se llevan a cabo en países europeos como Alemania y Holanda. La responsable del proyecto es Lydia Gómez ha asegurado que la investigación “nos permite abrir un nicho de mercado para la reutilización de los paneles fotovoltaicos al final de su vida útil, que en España está previsto que ocurra dentro de unos años”.
El director general del IMPIVA, Daniel Moragues, ha destacado “la importante labor que vienen desempeñando los institutos tecnológicos de la Comunitat (valenciana) ofreciendo a las empresas servicios especializados que aumenten su capacidad competitiva en el mercado actual”. En 2010 la Conselleria de Industria, Comercio e Innovación, a través del IMPIVA, ha invertido 47 millones de euros esos institutos tecnológicos.
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