Los módulos fotovoltaicos bifaciales están ganando rápidamente presencia en el mercado fotovoltaico actual, como resultado de la generalización de la tecnología PERC y del silicio monocristalino, que ha tenido lugar desde finales de la década de los 2010. De hecho, la combinación de módulos bifaciales con seguidores solares de eje horizontal permite generar la electricidad más barata de la historia.
La primera industrialización de esta tecnología bifacial en el mundo tuvo lugar en España, en 1984, en Isofotón (Málaga), una “spin-off” del Instituto de Energía Solar de la Universidad Politécnica de Madrid (IES-UPM), cuyo nombre refleja precisamente el carácter bifacial de la tecnología. Ésta se desarrolló por aquel entonces como resultado de las actividades de investigación de la época en concentración fotovoltaica, y su producción finalizó en 1989.
A principios de 2021, el IES-UPM recuperó 64 módulos bifaciales fabricados en 1987, los cuales estuvieron operando en distintas instalaciones de electrificación rural (algunos de ellos durante más de 20 años). Estos módulos fueron limpiados y caracterizados. Como resultado de ese trabajo, 56 de ellos fueron instalados en una estructura fija en las instalaciones del IES-UPM, y llevan inyectando energía a la red desde el 5 de mayo de 2021. Constituyen por tanto el generador fotovoltaico bifacial en operación más antiguo del mundo, que ha sido bautizado como “Antecessor”. Su potencia frontal es de 3,75 kW.
Una tecnología aún revolucionaria
“Los módulos están fabricados con células redondas de silicio monocristalino de 10 cm de diámetro, encapsuladas en EVA entre una lámina frontal de vidrio y otra lámina trasera transparente. Fueron entregados hace 34 años con una potencia bifacial nominal de 90 W, medida con una iluminación frontal de 1000W/m2 y una iluminación trasera de 500 W/m2 aplicadas de forma simultánea. Dado su coeficiente de bifacialidad del 70%, esto se traduce en una potencia nominal frontal de 67 W”, explica Pablo Merodio, del Instituto de Energía Solar de la UPM.
“A pesar de haber estados expuestos al sol durante tantos años, se encuentran en muy buen estado, presentando, como único defecto visual, algo de amarilleamiento. Más del 90 % de ellos conservan una potencia nominal en condiciones estándar de 59 W, lo cual supone un 90 % de su valor nominal. Esto permite un buen rendimiento energético”, añade.
En la primera semana de operación, el Antecessor inyectó 142.5 kWh en la red, recibiendo una irradiación frontal de 42.4 kWh/m2 y una irradiación trasera menor del 8% de la frontal, operando sobre un suelo de grava con un 22% de albedo. El correspondiente PR frontal fue de 0.9.
Para los investigadores del IES-UPM que han participado en la recuperación (en la que Solar Jiennense ha jugado un papel clave) y puesta en servicio de estos módulos (Eduardo Lorenzo, Francisco Martínez, Miguel León y Pablo Merodio), la importancia social de este trabajo radica en la puesta en valor de un hito histórico como es la fabricación en los años 80, por parte de la industria española, de una tecnología que está actualmente en pleno auge, y que muchos aún consideran como “revolucionaria”.