SolarCloud funciona de la siguiente manera: E.ON ofrece a sus clientes que opten por el autoconsumo solar (o generado con otras fuentes limpias) guardarles esa electricidad en la nube, sin límite de producción, y apunte esos kW en una cuenta individual para que luego puedan utilizarlos como gusten y sin pagar por ellos. Pero hay más, porque no solo podrán consumirlos ellos, también podrán prestarlos o venderlos a otros clientes, según ha anunciado la compañía.
E.ON considera que con esta iniciativa, que arrancó en abril y que de momento solo va a funcionar en el mercado alemán, facilita el autoconsumo a sus clientes, al evitarles tener que comprar e instalar baterías para almacenar la electricidad. La eléctrica añade que también hace más fácil la recarga de vehículos eléctricos, con lo que contribuye a su expansión.
"Estamos derribando antiguas barreras del sistema eléctrico y facilitando a nuestros clientes un suministro de energía libre, personal y eficiente", dijo Karsten Wildberger, miembro del consejo de E.ON, al dar a conocer SolarCloud. "Nuestros nuevos productos refuerzan nuestra posición como una empresa líder en un mercado energético dinámico, y constituyen otro paso en la transición de E.ON de un proveedor de energía tradicional a una empresa innovadora y centrada en el cliente, comprometida con una energía sostenible, digitalizada y descentralizada."
Por supuesto, para la eléctrica la iniciativa entraña importantes ventajas: al animar a sus clientes a apostar por la SolarCloud, evita que instalen baterías y terminen desenganchándose por completo de la red. Con esta nube de electricidad virtual no hay necesidad de ello, el cliente sigue conectado y dependiendo de la red (y de E.ON) para almacenar la energía.