El 25 de septiembre entró en funcionamiento el aeropuerto más grande del mundo, el de Beijing Daxing. Y con él, el sistema fotovoltaico conectado a red de la cubierta, que ha desarrollado la china Huawei FusionSolar. Con una potencia de 5,61 MWp, se calcula que producirá 6,1 GWh de electricidad verde anualmente, lo que evitará la emisión de 966 toneladas de CO2 y 14,5 toneladas de óxidos de azufre (SO2) cada año. Una buena noticia en una ciudad castigada por la contaminación del aire.
La solución inteligente FusionSolar de Huawei integra la fotovoltaica con las más avanzadas tecnologías de la información, lo que se traduce en un mayor rendimiento de la planta, junto a una operación y mantenimiento inteligentes con menores costes y seguros. Ese, el de la seguridad, es un aspecto muy relevante en un aeropuerto de estas características.
Por ejemplo, la tecnología de interruptor de fallo de arco (AFCI), habilitada por inteligencia artificial, y el diseño sin fusibles eliminan el riesgo de incendio. Además, los equipos del aeropuerto no se verán afectados por radiaciones electromagnéticas. Por otro lado, con el diagnóstico inteligente de la curva I-V, la solución Smart PV de Huawei puede detectar cadenas fotovoltaicas defectuosas y descubrir fallos de forma proactiva, lo que garantiza una generación de energía segura, confiable y a largo plazo.
El aeropuerto internacional de Beijing Daxing, ha supuesto una inversión de 11.200 millones de dólares y el edificio se extiende por una superficie de 140 hectáreas. Se calcula que de todo su consumo energético, el 10% proceda de fuentes renovables. El 1% será precisamente de la cubierta fotovoltaica.