La iniciativa consiste en invitar a la sociedad a realizar una inversión, con participaciones a partir de 100€, en la financiación de una planta solar fotovoltaica comunitaria ubicada en Loeches (Madrid). De esta forma, las personas participantes se convertirán en productoras de energía renovable y su inversión les reportará ingresos durante 25 años con un 4’5% de rentabilidad. Al tiempo, un 5% de los beneficios que se obtengan con la venta de electricidad servirán para apoyar las labores de rescate en el Mediterráneo que realiza Salvamento Marítimo Humanitario a bordo del barco Aita Mari.
La campaña ha sido lanzada en redes hoy jueves 29 de noviembre y está promovida por ecooo revolución solar y por Salvamento Marítimo Humanitario, la asociación de la sociedad civil de rescate y asistencia en el Mediterráneo que, junto a Proemaid, protagonizan la campaña Maydayterraneo.
"Nuestro modelo energético está profundamente relacionado con las causas de cientos de miles de desplazamientos forzosos al año a lo largo de todo el mundo. Según ACNUR, más de 21,5 millones de personas huyen anualmente de sus países por causas relacionadas con el clima, una cifra que puede llegar hasta los 100 millones de aquí a un par de décadas si no se pone remedio", señalan desde ecooo.
Este número de desplazados "supera de largo al de las personas que salen de su tierra en busca de refugio a causa de las guerras. Todo debido a un modelo energético contaminante y poco democrático que basa su producción en materias primas fósiles que son extraídas en su mayor parte de terceros países", añaden.
De acuerdo con ecooo, este modelo afecta a los desplazamientos forzosos principalmente desde cuatro perspectivas. Por un lado, están las personas que tienen que huir de su tierra por las guerras derivadas por la pugna de las materias primas en sus países. Por otro tenemos todas las que huyen debido a las consecuencias más evidentes del cambio climático producido por el ser humano, tales como la desertización, las sequías, el aumento del nivel del mar o las catástrofes naturales.
También son destacables, como se vio en el caso de la comunidad de la activista hondureña Berta Cáceres, los casos en los que pueblos enteros tienen que abandonar sus territorios históricos debido a la construcción de grandes infraestructuras energéticas en su zona. Por último, la contaminación ambiental generada en las fases de extracción de recurso energético, en el transporte, en la fase de explotación o en el tratamiento de los residuos (tierras inservibles tras la extracción con metodologías de fracking, o arenas bituminosas; vertidos de hidrocarburos en costas y ríos…) así como los accidentes como los acontecidos en Chernóbil, Fukushima o en el oleoducto de Exxon en Nigeria, obligan a miles de familias a abandonar sus hogares quizá para siempre.
"Apostar por un nuevo modelo energético limpio, distribuido y autóctono es una forma de evitar los desplazamientos forzosos de personas en todo el mundo. Una forma coherente de unir dos luchas, la energética y la humanitaria, que están íntimamente relacionadas", concluyen desde ecooo.