La mototaxi es un transporte público muy utilizado en diferentes ciudades del país, y es fundamentalmente la adaptación de una motocicleta con dos ruedas traseras y un cubículo para tres pasajeros. Se cree que hay más de 350.000 unidades en todo el país.
Según Pacheco Luján, este vehículo, en su versión actual, es altamente contaminante debido a las características de su motor y del combustible que utiliza, de base fósil. Su desarrollo contempla el acoplamiento de las mototaxis comunes con doce paneles solares instalados en la parte superior, los cuales captan la energía solar y la convierten en energía eléctrica que carga a la batería.
En la FIEE ya se han realizado proyectos similares, como la piscina climatizada con energía solar que funciona en la Ciudad Universitaria.
Pacheco destacó la donación de los paneles solares por parte de la empresa sueca Skyllermarks, dedicada a la conservación medioambiental en diferentes partes del mundo.
La energía solar se acumula en unas baterías acopladas al mototaxi, que permiten al conductor tener la opción de usar la energía eléctrica para movilizarse en la noche, con una autonomía de hasta unos 120 kilómetros.
Según cálculos preliminares, la conversión del vehículo ligero para usar la energía solar costaría aproximadamente unos 2.000 dólares (1.300 euros) la unidad.
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