Para evaluar el impacto de la fotovoltaica flotante (FVP) en la temperatura del agua, los investigadores analizaron, con el mismo enfoque, la situación en seis lagos, tres con plantas solares y tres sin ellas, entre diciembre de 2020 y diciembre de 2023. Los seis lagos son de gravera, están situados en la llanura de inundación del río Garona (suroeste de Francia) y tienen características muy similares, con una profundidad máxima media de 4,97 m y una extension de 0,13 km2. Hidrológicamente están desconectados entre sí y de la red hidrológica.
Así pudieron constatar que la presencia de FVP disminuye la temperatura anual del agua en 1,2 °C de media y que la reducción de la temperatura aumenta significativamente con la temperatura del aire y difiere según la estación del año. Las reducciones más fuertes (hasta 3 °C) se producen durante los días más cálidos, en primavera y verano.
En promedio, observaron una reducción de la temperatura del agua de 0,08 °C entre lagos FPV y no FPV cuando la temperatura del aire aumentó en 1 °C. Cuando la temperatura media diaria del aire fue <10 °C la reducción de la temperatura del agua fue muy limitada (<0.5 °C). Cuando la temperatura media diaria del aire fue >30 °C, la reducción de la temperatura del agua fue >2 °C. Las mayores diferencias en la temperatura del agua alcanzaron >3 °C.
Loa investigadores han publicado los resultados de su trabajo en Science Direct, en donde también señalan que, en el contexto del calentamiento climático, la disminución de la temperatura del agua en verano podría beneficiar a los organismos de agua dulce. Sin embargo, advierten que estos beneficios podrían verse contrarrestados por otros impactos negativos, como la disminución del oxígeno disuelto y las modificaciones en el ciclo del carbono.
Su recomendación final es que se hagan más estudios para evaluar los efectos en cascada de las centrales fotovoltaicas flotantes sobre la biodiversidad de agua dulce y el funcionamiento de los ecosistemas.