El parque, que construye el grupo Cobra–ACS, es la suma de dos grandes instalaciones situadas entre Chiprana, Samper y Escartón, localidades de las provincias de Zaragoza y Teruel limítrofes con Caspe, donde se encuentra la sede central de Elivere. “El proyecto está dejando como resultado un gran impacto económico en la zona gracias a la creación de puestos de trabajo y la compra de maquinaria”, explica Luis Miguel Díez, del Departamento Técnico–Comercial de Elivere. Está previsto que genere electricidad solar suficiente para cubrir las necesidades de una población de 350.000 habitantes.
Elivere es una empresa en pleno proceso de expansión. En tan solo un año ha quintuplicado su plantilla inicial, pasando de 10 trabajadores a 50 en tan solo un año. Su creciente evolución le ha permitido embarcarse en este proyecto de interés autonómico (con lo que se reducen a la mitad los plazos para realizar los procedimientos administrativos) con el que se prevé una inversión en la fase de construcción de entre 500 y 600 millones de euros y la creación de unos 500 puestos de trabajo directos e indirectos.
Cuando esté concluido se habrán instalado casi dos millones de módulos que se reparten en una extensión de más de 3.000 hectáreas entre Escatrón (1.400) y Chiprana (1.200), en la provincia de Zaragoza, y Samper de Calanda (400), en Teruel. La aportación de Elivere consiste en el montaje de los paneles solares y los seguidores a un eje fabricados por la española Soltec, con los que es posible obtener unas “mejoras de rendimiento de en torno al 31%”. Díez insiste en que “todas las empresas con las que colaboramos son de la zona, y nuestros empleados son en su mayoría de localidades vecinas”.