Afortunadamente, tenemos que decir que todos los conceptos anteriores, ya suelen ser del dominio de los actores del sector, una vez transcurridos estos años de desarrollo, en los que la experiencia ha ido cambiando las formas de gestionar las plantas fotovoltaicas.
Objetivo y opciones
El objetivo de la O&M de una planta fotovoltaica, es maximizar la capacidad productiva de esa planta, ya que sus ingresos son los que nos van a dar un índice de su rentabilidad total.
Debemos conseguir que su explotación sea la adecuada, teniendo en cuenta que el enfoque que hemos de dar al mantenimiento y operación de nuestra planta solar ha de ser preventivo, quedando hueco para actuaciones correctivas solo cuando los componentes estén llegando al final de su ciclo de vida, o cuando sucedan fenómenos sobrevenidos como los agentes atmosféricos, (viento, descarga eléctrica…) o por los debidos a los defectos ocultos de fabricación.
El problema estriba en saber hasta dónde se ha de llegar con este enfoque preventivo, y para ello deberemos de elegir las mejores opciones de O&M para la planta, averiguando varios aspectos:
– Quién va a realizar la O&M (la empresa promotora, una empresa especializada, nosotros mismos).
– Qué herramientas deberemos utilizar para apoyarnos (monitorización más o menos sofisticada, o señalización).
– De qué manera estará presente el personal en la instalación (presencia continua, discontinua o a requerimiento).
Todas las preguntas anteriores, van a ser función del tamaño que tenga la planta, del tipo de seguimiento de la misma (los seguidores requieren más personal en la O&M).
Con respecto a la monitorización a realizar, se tendrán que hacer una serie de precisiones ya que:
– Los sistemas de monitorización muy elaborados con muchas alarmas, pueden convertirlos en pocos útiles. Por lo tanto será necesario realizar un “traje a medida”, en función de cada instalación.
– Por el contrario, en la monitorización desde el inversor pueden pasar desapercibidos aspectos como una infraproducción.
– Resulta muy práctico disponer de una monitorización que nos permita comparar energías producidas por instalaciones similares de la misma planta. Esto es fácil dentro de las grandes plantas, o cuando se gestionan activos diferentes en las mismas zonas geográficas analizando los registros históricos de cada instalación dentro de la planta, para detectar comportamientos anómalos de parámetros (por ejemplo, tensión o intensidad), que nos permitan una detección precoz de posibles paradas.
Acciones preventivas en la operación
Se deben de realizar acciones en la operación de la planta fotovoltaica, teniendo en cuenta el mantenimiento preventivo (se han de definir las acciones de mantenimiento a realizar y su periodicidad para posteriormente elaborar una ficha o registro de mantenimiento preventivo sobre cada elemento y fecha prevista de realización), así como los repuestos en la planta (en grandes plantas, se hace necesario disponer de repuestos in situ de todos los componentes, valorando la criticidad del elemento, la probabilidad de fallo, el plazo de entrega, sin olvidar otros temas como la formación, las predicciones meteorológicas para el caso de los seguidores, la detección de incidencias sobrevenidas, la detección de caída de la red por el lado de la compañía eléctrica, o la vigilancia física y/o televigilancia).
Acciones previas a la explotación de la planta
La O&M de una planta no es solamente el hecho en sí de tener especialistas pendientes de la planta, ya que además es necesario tener un enfoque preventivo que ya debía estar presente desde la fase de diseño de la planta.
Ese enfoque al que hemos hecho referencia, lo hemos tenido que tener en cuenta en el diseño de la planta, a la hora de aprovisionar los componentes, al exigir las garantías a los equipos, al recepcionarlos, o en la contratación de todos los seguros de la planta.
Elección del modelo de contrato
El primero de los temas específicos es la elección del modelo de contrato, con sus cláusulas más relevantes. Deberemos de tener en cuenta los pros y los contras de un contrato de O&M, en todo su alcance, con respecto a las instalaciones de la planta: los diferentes tipos de mantenimiento, predictivo, preventivo, y correctivo, los temas de suministros diversos, mercados, seguros, vigilancia…
Deberemos de plantearnos si es necesario una cobertura total o parcial del contrato, ya que en el primer caso, vamos a tener unos argumentos positivos:
– Transferencia de riesgos técnicos a terceros
– Transferencia de riesgos laborales a terceros
– Economías de escala (ya que lo contrataremos a una empresa especializada, que por volumen y experiencia, nos aporte seguridad y un menor coste)
También tendremos argumentos negativos:
– Pérdida de know how técnico
– Pérdida de visibilidad de los problemas y los puntos a mejorar (a no ser que la empresa contratada, nos informe adecuadamente, cuestión totalmente factible)
– Mayor coste (para el caso en que no realicemos cada cierto tiempo un benchmarking o comparación del estado de precios y calidades, ya que podríamos quedarnos desfasados de la realidad)
Con respecto a las cláusulas más relevantes, es muy importante que en base a la experiencia, se redacte un buen contrato, que quede claro qué es lo que está incluido, qué es lo que está excluido, qué interlocutores vamos a tener, qué recursos hemos contratado, la idoneidad y la claridad de los procedimientos de evaluación de las garantías, con sus penalizaciones, cláusulas de ruptura, plazos de subsanación de errores, en fin, un contrato en el que todo esté bien atado, asegurando al propietario ante cualquier incidencia técnica o económica, que le pueda perjudicar.
Dentro de estas cláusulas, se debe buscar como objetivo, la obtención del máximo beneficio que maximice además la vida útil de nuestras instalaciones, o sea:
– Máxima disponibilidad
– Máxima eficiencia
– Mayor rendimiento (dadas las dos premisas anteriores)
– Mínimo coste
– Incremento de la vida útil
Se verán las cláusulas más relevantes, con respecto a los temas de O&M y de garantías:
• Operación y Mantenimiento
– Supervisión (la monitorización de la planta permite dirigir el mantenimiento de modo más eficiente)
– Avance (seguimiento planificación mantenimiento preventivo)
– Generación (en el punto de medida; puede ser distinta de la energía producida)
– Recurso (informe y seguimiento del recurso solar)
– Acciones (con la información recibida, el equipo gestor podrá proponer mejoras en la operación y realizar el correctivo en base a esa información)
• Garantías
– Disponibilidad (planta en condiciones de generar electricidad con el X% del recurso solar disponible. Se deben buscar métodos claros y medibles)
– PR (el rendimiento de los módulos es garantizado por los fabricantes –25 años–, una vez pasado el periodo de garantía que asumía el EPCista hasta la fecha de CAD)
– Tiempos de respuesta (establecerlos según el tipo de incidencia)
– Penalizaciones (a negociar)
Establecimiento de precios
Para el establecimiento de precios, tendremos que definir una documentación:
– Información técnica
– Alcance de los trabajos a contratar
– Términos contractuales
– Garantías
– Penalizaciones
– Recursos (humanos y materiales)
– Condiciones de pago
– Cláusulas de rescisión
– Anexos: modelo de contrato, garantías a gestionar, etc
Garantías económicas
Las garantías económicas deben de permitir la posibilidad de cobrar unas penalizaciones y, si es posible, una ejecución inmediata de las garantías, con una claridad total en relación a las cláusulas que habilitan el cobro de dichas penalizaciones, o de dicha ejecución.
Para la ejecución, tendremos tres formas:
– Penalizaciones por contrato: en el caso de pérdida de disponibilidad o de performance ratio, aunque este último no depende del gestor de activos o de O&M, ya que no es el propietario de los elementos básicos de la instalación, y no podría estar conforme en dar garantía de los mismos.
– Aval a primera demanda: se trata de una garantía independiente y desligada del contrato garantizado, que despliega sus efectos por la simple notificación del incumplimiento del deudor, sin que sea exigible la demostración de que éste ha ocurrido efectivamente. La solicitud del pago del aval puede efectuarla el beneficiario de manera objetiva o independiente del negocio garantizado, de modo que el avalista se verá obligado a pagar sin cuestionar nada. Será el avalado el que exija luego responsabilidad al beneficiario que hubiera abusado al exigir el pago al avalista sin que se diera la situación de hecho comprometida en el aval. Evidentemente estamos hablando de un tipo de garantía que va a encarecer el coste de los servicios prestados, ya que habrá que asegurar por parte del gestor de activos o de O&M la existencia de garantías de los materiales principales, o de un autoseguro.
– Depósitos: se pueden regular de forma que funcione, de hecho, como un aval. Esto puede ser una solución en los casos en los que las entidades financieras exijan una contragarantía muy alta para la concesión del aval.
– Garantías corporativas.
Seguimiento de los servicios
Será necesario tener un seguimiento financiero (administración, requerimientos, elaboración de presupuestos, reporting, …), un seguimiento legal (gestión de contratos, gestión garantías, comunicaciones administración, requerimientos …) y un seguimiento técnico (supervisión continua del rendimiento, seguimiento de garantías, negociación de contratos, reporting …).
Dentro del seguimiento técnico, se deben de realizar seguimientos en términos de:
O&M predictivo:
– Ejecución de procedimientos
– Planificación en función del alcance anual
– Análisis de rendimiento (módulos y resto de equipos)
– Estudios termográficos
O&M preventivo:
– Actividades enfocadas a minimizar pérdidas de energía y extracostes por correctivo
– Limpieza de equipos y módulos
– Sustitución periódica de equipos (filtros, ventiladores, …)
O&M correctivo
– Reparaciones minimizando pérdida de producción por avería
– Minimizar consecuencias, como daños en otros equipos
– El coste de correctivo siempre es más elevado, es conveniente la búsqueda de alternativas mediante la extensión de garantías en equipos principales.
No debemos de olvidar, aquellos servicios y suministros, que aunque no están relacionados directamente con la producción, son imprescindibles para la operación del parque fotovoltaico:
– Vigilancia
– Comunicaciones
– Consumos eléctricos
– Seguros
– Suministros varios
Todos estos seguimientos, serán efectivos con reuniones periódicas de seguimiento de contrato, donde se revisen de forma conjunta las líneas generales a tener en cuenta (interlocutores, planificación, entregables …). Estas reuniones periódicas se realizarán a distintos niveles según sea su contenido (operativo, financiero y/o legal), para tener un buen intercambio de información (programada, con los cierres de producción, informes semanales, mensuales y anuales definidos mediante los distintos contratos, o con actas después de cada reunión mantenida).
También deberá estar definido el sistema de reporting tipo:
– Semanal: recurso, producción, desviaciones e indisponibilidades.
– Mensual: análisis de producción, planificación O&M, repuestos utilizados, análisis económico.
– Anual: comportamiento técnico y evolución de materiales, principales eventos, costes incurridos, cumplimiento de garantías.
Incumplimientos técnicos
Se tienen que tener unos procedimientos definidos, unos métodos claros de evaluación para las garantías, una redundancia en las fuentes de información, la certificación por parte de terceros, flexibilidad por ambas partes para resolver problemas, y un buen procedimiento de ejecución de las garantías definidas.
Estos incumplimientos técnicos, harán alusión, llegado el caso, a los elementos principales de la instalación (módulos, inversores, estructuras, cableados, protecciones, interconexión…).
Reclamaciones a fabricantes de módulos
Por ser la parte más importante en coste de las instalaciones, estas reclamaciones, aunque son ofrecidas por todos los fabricantes, deben de conocerse y estar definidas perfectamente, ya que pueden afectar a la rentabilidad de la inversión realizada.
Por lo tanto, no deberemos de olvidar la garantía que nos da el fabricante, que puede ser:
– Garantía de materiales por 5 años
– Garantía de pérdida de potencia (10 años el 10%, 25 años el 20%)
Se debe realizar un seguimiento exhaustivo de los defectos de los módulos, ya sean defectos puntuales o generalizados:
– Puntos calientes
– Defectos visuales (yelowing, snail tracks…)
– Defecto de materiales (pérdida de aislamiento, rotura por estrés térmico, soldaduras…)
– Pérdida de potencia (degradación excesiva, polarización…)
Todo lo anterior, se debe de corroborar con la visita de los técnicos correspondientes, para su comprobación in situ, o con el informe de una empresa especializada independiente.
Reclamaciones a las compañías de seguros
Es muy importante tener bien definidos los seguros de la instalación, para minimizar los riesgos a asumir:
– Todo riesgo de daños materiales
– Pérdida de beneficio
– Responsabilidad civil
Y dotar a estos seguros del alcance adecuado en cuanto a:
– Ocurrencia del siniestro (inundación, tormenta eléctrica, robo de módulos y cables, otros)
– Reparación de los daños ocasionados
– Parte al seguro (de daños materiales y/o pérdida de beneficio ocasionados)
– Confirmación de cobertura (consorcio o por la compañía aseguradora)
– Visita del perito
– Confirmación de la cuantía de la indemnización
Recordar que después de todas las vueltas de tuerca dadas a la baja a la retribución de este tipo de instalaciones (RD 413/2014 y Orden IET/1045/2014 entre otros), parece lógico que cualquier productor fotovoltaico cuestione los contratos de gestión de activos y de O&M, en cuanto a precios, en cuanto al alcance de dichos servicios, ya que estos servicios se están especializando, concentrándose en empresas que tienen grandes volúmenes de instalaciones, a las que sus costes marginales les permiten ofrecer costes cada vez menores, adecuándose a lo que es lógico pagar, colaborando de esa forma a la viabilidad de las instalaciones fotovoltaicas.
* Eduardo Collado es doctor ingeniero industrial, y profesor en el Departamento de Ingeniería Eléctrica, Electrónica y de Control de la UNED. Actualmente es Head of Business Development en Kaiserwetter (www.kaiserwetter.eu). Ha sido director técnico y presidente de la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) y director técnico de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF).
Más información:
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