La estimación es de GlobalData, que acaba de publicar el informe China Power Market (Análisis y Tendencias en materia de Potencia, Generación, Transporte, Distribución, Regulación, Agentes clave del mercado y Previsiones a 2035). Según ese informe, China tendrá en 2025 más de 1.700 gigavatios operativos (de potencia eólica y solar), muchos más de los que el gigante asiático se había fijado como Objetivo para el año 2030: 1.200. Para que nos hagamos una idea de la pujanza del sector renovable chino baste un dato: la gran nación del extremo Oriente puso en marcha el año pasado nada más y nada menos que 217 gigavatios de potencia solar fotovoltaica, lo que ha supuesto un crecimiento extraordinario (+148,1%) con respecto a la potencia que había instalado un año antes: 87,4 gigas. Pero es que las previsiones para este año 2024 son igualmente extraordinarias. A saber: el Consejo Chino de la Electricidad (China Electricity Council, CEC) prevé que, para finales de este curso (2024), habrá operativos en territorio nacional chino 780 GW de potencia solar y 530 de potencia eólica, es decir, más de los 1.200 gigas Objetivo 2030.
En fin, que tanto GlobalData como el CEC tienen claro que la gran nación de Oriente superará su Objetivo 2030 mucho antes de esa fecha. El China Electricity Council dice que en 2024, como apuntamos ahí arriba; GlobalData dice que en el 25: China tendrá en unos meses -sostienen los autores del informe- hasta 1.104 gigavatios de potencia solar fotovoltaica operativa, 560,8 gigas de eólica terrestre y 54,7 GW de eólica marina (habrá más potencia eólica marina instalada frente a las costas de China que en todo el resto del mundo).
Los analistas de esta empresa estiman además que China va a mantener el statu quo de nación líder en esta materia al menos hasta el año 2035. Los incentivos a la financiación y las políticas de apoyo se encuentran -según GlobalData- entre las claves que están haciendo posible la consecución adelantada de sus objetivos.
Sudeshna Sarmah, analista del área de Electricidad en GlobalData: “a pesar de los avances considerables en el desarrollo de potencia renovable, China continúa dependiendo de manera importante de la generación térmica. La gran confianza que tiene la nación en la generación eléctrica con carbón presenta dos retos sustantivos. En primer lugar, la polución derivada de la generación de electricidad con carbón ha convertido las ciudades chinas en algunas de las más contaminadas del mundo. Y, en segundo lugar, la producción doméstica de carbón está declinando, incluso aunque su demanda para generación de electricidad crece. Una caída significativa en el suministro de carbón puede emerger en China si el país no puede mantener las importaciones desde Indonesia, lo que potencialmente comprometería la seguridad energética"
Según el informe que acaba de publicar GlobalData, habida cuenta de todo ello, el Gobierno chino se está concentrando en la generación de energías renovables. Pero la Administración nacional se está encontrando con un reto adicional: la insuficiencia de la red china, problema que está propiciando que numerosos proyectos renovables estén viéndose demorados debido a las lagunas en materia de capacidad de evacuación. ¿Solución? El desarrollo de una red de transporte y distribución adecuada e inteligente que sea capaz de encajar los volúmenes formidables de generación renovable (ergo variable) que vienen y que sea capaz además de dar un servicio de suministro de electricidad fiable y seguro a la ciudadanía, todo lo cual -apuntan desde GlobalData- va a requerir de "significativas inversiones".
Porque si China ya está acelerada (va a alcanzar sus objetivos 2030 en cuestión de meses), más va a estarlo en el futuro, según los autores de este informe. "En 2023, la potencia solar fotovoltaica constituyó el 20,9% del total de la potencia instalada en el sistema eléctrico de China, mientras que la eólica terrestre alcanzó el 14% y la eólica marina, el 1,3%. Pues bien, en 2030 -estima Sudeshna Sarmah-, se prevé que la fotovoltaica representará el 41,8% del total del parque de generación nacional chino; la eólica terrestre, el 16,8%; y la eólica marina, el 2,1%".
Sarmah advierte sobre la posibilidad de que China se encuentre en una situación de sobrecapacidad de generación, que habría superado la demanda, y sobre la posibilidad de la infrautilización de las plantas de generación. "Es imperativo -concluye la analista- que el Gobierno dé prioridad al desarrollo de las infraestructuras de red y al despliegue de los sistemas de almacenamiento de energía, con el objetivo de reducir gradualmente su dependencia de la generación térmica".