El acuerdo suscrito entre el ITC y Satai SL incluye también servicios de asesoramiento, formación y colaboración en investigaciones relacionadas con la tecnología licenciada. Mediante ese acuerdo, la empresa canaria podrá "utilizar y explotar, durante cinco años, la patente de la tecnología DesSol (Desalación por ósmosis inversa mediante energía solar fotovoltaica), que es fruto de las actividades de investigación y experiencia de cooperación del ITC con países africanos en el campo de la desalación mediante energías renovables". Desde el año 1998, el Instituto Tecnológico de Canarias viene desarrollando numerosos prototipos de sistemas de desalación autónomos. Así, a esta alturas cuenta con cinco unidades operativas instaladas en Túnez, desde 2006, y Marruecos, desde 2008.
La tecnología ya está patentada en 19 países. A saber: España, Marruecos, Túnez y las naciones integrantes de la Organización Africana de la Propiedad Intelectual OAPI (Benin, Burkina Faso, Camerún, Chad, Congo, Côte d'Ivoire, Gabón, Guinea, Guinea Bissau, Guinea Ecuatorial, Malí, Mauritania, Niger, República Centroafricana, Senegal y Togo). El convenio suscrito comprende, además del uso de esta tecnología, un proceso de asesoramiento y formación impartido por personal técnico del ITC a la empresa Satai, para la concepción y el diseño de los tres primeros sistemas DesSol: para agua salobre, para agua de mar y uno que incluya aporte eólico de apoyo.
El convenio ha sido suscrito por Nicolás Díaz Chico, consejero delegado del ITC, y José Mª de Coca Ruifernández, en representación de la empresa Satai, y en presencia de Gonzalo Piernavieja, director de la División de I+D del ITC. Precisamente él, Piernavieja, ha señalado que el ITC se ha decantado, en el campo de la investigación en agua, por la línea de la osmosis inversa alimentada con energías renovables, "pensando en países africanos cercanos, donde ya hemos introducido esta tecnología", si bien ha destacado que, en un futuro no muy lejano, "esta tecnología también se irá introduciendo en países industrializados, cuando los costes de las energías renovables sean competitivos con los costes de las energías convencionales".
El director de I+D del ITC también ha señalado que el mercado de las pequeñas plantas de desalación, aunque todavía no se ha desarrollado, "es muy interesante", y, en este sentido, ha apuntado que, si bien la desalación funciona actualmente a gran escala, "en los próximos años se explotarán estas nuevas tecnologías, en urbanizaciones, hoteles, etcétera". Según el instituto canario, estas plantan tienen una capacidad para suministrar agua a una población de hasta 1.500 habitantes. Por su parte, Coca Ruifernández, de la empresa Satai, ha asegurado que, "a nivel empresarial, ya se ha detectado gran interés por esta nueva tecnología en varias partes del mundo, no sólo en Túnez, sino también en Oriente y la India, donde se abren muchas posibilidades". [En la imagen, de izquierda a derecha, José María de Coca Ruifernández (Satai), Nicolás Díaz Chico, consejero delegado del ITC, y Gonzalo Piernavieja, director de la división de I+D del instituto].
Más información
www.gobiernodecanarias.org