Andrew Schneider es el responsable de la idea, para la que ha utilizado 40 tiras de película fotovoltaica de 2,54 por 10 cm cosidas entre sí en serie con hilo conductor. Las células terminan en un regulador de 5 voltios y en una conexión USB.
Incluso anuncia la versión masculina de la prenda, llamada iDrink, que, advierte, tendrá mayor superficie y por lo tanto más tensión de salida, lo que permitirá también dar energía a un enfriador de latas de cerveza.
Por lo pronto, la prenda femenina, hecha a medida, ya se puede conseguir por 200 dólares (140 euros).
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