El Gobierno municipial de Barcelona quiere impulsar la generación de energía solar en la ciudad para dar cumplimiento a uno de los ejes principales del acuerdo climático de Barcelona, que marca el reto de ser una ciudad neutra en carbono en 2030. El objetivo es triplicar la potencia fotovoltaica municipal y pasar de las 117 instalaciones y los 5.848 kilovatios (kW) del año 2023, a 384 instalaciones y 19.244 kW en 2027, con lo que se ahorrarían 8.660 toneladas de CO2. A más largo plazo, de cara a 2030, se pretende llegar a 27.244 kW, una cifra que multiplicaría por cinco la de 2023. En total, hasta 2027, se pondrán en funcionamiento 207 instalaciones nuevas, 38 de las cuales ya están en fase de licitación o de obras y 169 en fase proyecto, con una inversión total de 32,1 millones de euros.
La medida de gobierno pone el foco en los equipamientos de la ciudad para que dispongan de generación en cubierta y, además, se opte por reconvertir en generadores otros espacios o infraestructuras urbanas como guarderías municipales, sedes de distrito, bibliotecas municipales, oficinas municipales, centros sociales o culturales, pérgolas en el espacio público, gradas de campos de fútbol municipales, infraestructuras viarias, mercados municipales, vivienda pública, medianeras, cementerios, aparcamientos públicos, escuelas e institutos o centros deportivos municipales. Los particulares y las empresas que buscan incorporar generación fotovoltaica a los edificios tienen a su disposición dos herramientas de acompañamiento y soporte:
• MES Barcelona: la iniciativa de colaboración público-privada que invierte en la instalación de placas fotovoltaicas y en la rehabilitación energética. La administración participa en la inversión aportando un máximo del 30%.
• Momento Solar Barcelona: una acción para acompañar a las comunidades de vecinos en todo el proceso y las decisiones para la instalación de placas solares en los edificios.