La empresa instaladora Social Energy se ha encargado de poner en marcha este sistema que cada año produce 8.700 kWh de energía limpia. Desde la azotea de la casa colonial del hostal Durán, donde se han instalado los módulos, se puede disfrutar de una hermosa panorámica de Álora.
Este municipio malagueño de casi 13.000 habitantes es uno de los destinos preferidos por los turistas que visitan el Caminito del Rey, ubicado a tan solo 20 minutos de aquí, y que saltó a la fama en los años 90 por tener la etiqueta de sendero más peligrosos del mundo. Tras estar cerrado al público unos años, y después de una ambiciosa rehabilitación por parte de la Junta de Andalucía, fue reabierto en 2015 y, desde entonces, se ha convertido en uno de los destinos más visitados de nuestro país. Actualmente, el valor turístico del Caminito del Rey sigue creciendo y se postula como candidato a convertirse en Patrimonio de la Unesco.
Además, desde este enclave único se aboga por un turismo responsable que respete y proteja el maravilloso entorno natural en el que se encuentra. Valores que van de la mano con la idiosincrasia de la energía solar. Gracias a la instalación fotovoltaica puesta en marcha por Social Energy, se ahorran unas ocho toneladas y media de emisiones de CO2 al año. Y si hablamos en términos económicos, el cliente dejará de pagar cada año más de 1.600 € en la factura eléctrica. La previsión es que la inversión realizada en esta instalación fotovoltaica se recupere en menos de siete años. Todo el material ha sido suministrado por la distribuidora fotovoltaica Krannich Solar.
“La empresa andaluza Social Energy da cabida en su equipo a personas con diversidad intelectual, víctimas de violencia de género o colectivos en riesgo de exclusión social, y este es un gran ejemplo que desde el resto del sector debemos subrayar y aplaudir”, explica Julia Machmud, delegada comercial de Krannich Solar España en la zona sur.