Esta es la reflexión que hace la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) sobre el apoyo que la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF) mostró la semana pasada a la desaparición del Registro de Preasignación de Retribución del Ministerio de Industria por el que tienen que pasar los proyectos fotovoltaicos.
La semana pasada quedaba patente el desacuerdo entre la Asociación Empresarial Fotovoltaica (AEF) y la Asociación de la Industria Fotovoltaica (ASIF) a cuenta de las consideraciones de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) sobre la nueva regulación propuesta por Industria. AEF hacía público un comunicado en el que explicaba sus razones y ASIF optaba por esperar a tener más detalles (www.energías-renovables.com). La CNE contemplaba la desaparición del Registro de Preasignación de Retribución para las instalaciones en suelo y las subastas como método para reducir la lista de espera.
Han pasado seis días y ASIF, a preguntas de Energías Renovables, ha querido concretar su opinión. Su parecer choca frontalmente con AEF. Dice que, en la actual situación, no puede estar de acuerdo con la pretensión de AEF de eliminar el pre-registro para las instalaciones fotovoltaicas de suelo. En opinión de ASIF, la calificación del pre-registro oscila entre “mala y pésima” porque “elimina la competencia, propicia la compra-venta de licencias, ralentiza el crecimiento, daña a la industria, frena la innovación, impide la creación de empleo e invade las competencias autonómicas”.
A pesar de tener una valoración tan mala sobre él, ASIF argumenta que en el segmento de suelo hay admitidos proyectos que suman más de 1.000 MW a la espera de que les adjudiquen tarifa. Los promotores de estos proyectos han desembolsado hasta un 40% del importe total durante la tramitación y “se quedarían colgados de la brocha” si el pre-registro desaparece de repente.
“Y eso es precisamente lo que pretende AEF”, afirma ASIF, “que desaparezca el pre-registro para eliminarse competencia. Hay que tener en cuenta que, tal y como está regulado, los proyectos acceden por orden de antigüedad, de modo que los promotores tienen que esperar turno para poder ejecutar los suyos, y eso es lo que no están dispuestas a hacer las empresas asociadas a AEF, seguramente porque sus proyectos no están muy bien situados en la lista de espera. ASIF está en contra del pre-registro, pero no puede aceptar que desaparezca sin más, sin salvaguardar los derechos de las empresas que están esperando su turno, de acuerdo con las reglas de juego establecidas”.
¡¿Qué subastas?!
ASIF entiende que el sistema de subastas puede ser un sistema positivo para, por ejemplo, las adjudicaciones municipales de proyectos, y ha defendido ocasionalmente un mecanismo de subastas neutral y no discriminatorio. Esta asociación, sin embargo, critica que AEF se haya “postulado por el establecimiento de concursos de grandes lotes de potencia fotovoltaica anuales o plurianuales, en los que se ponderen elementos adicionales al precio, que ejercerían de barreras de entrada. Así, con las pretensiones de AEF, un proyecto de planta solar de 150 kW no podría competir con un proyecto de planta de 10 MW, lo cual no podemos aceptar”.
En opinión de ASIF tanto la desaparición del pre-registro como los concursos son perjudiciales para sus socios y para el conjunto del sector fotovoltaico. “Entendemos que AEF defiende sus intereses, pero si consideramos que son contrarios a los nuestros, debemos denunciarlos y rechazarlos públicamente, máxime cuando existe el riesgo de que el regulador interprete que los intereses concretos de AEF son los intereses de todo el sector, cuando no es así”.
La Asociación Empresarial Fotovoltaica fue constituida el 27 de junio de 2008 por un grupo de empresas que abandonaron la Asociación de la Industria Fotovoltaica, de la que formaban parte como socios.