Más de 450 personas entre representantes de empresas, instituciones y expertos, nacionales e internacionales del sector de la fotovoltaica han asistido hoy a la primera jornada del III Foro Solar Español que se celebra en Madrid. En un indudable clima de optimismo, todos hablan de la nueva era que se abre para las renovables. Y singularmente para la fotovoltaica, una tecnología llamada a conquistar el panorama energético global, como lo demuestran los 50 GW de nueva potencia solar que se instaló en el mundo en 2015.
Miguel Arias Cañete ha destacado lo que a su juicio es el mensaje que dejan las cumbres de París y Marrakech: “ha terminado la era de los combustibles fósiles y estamos en la era de las energías renovables”. Y para ese viaje, para esa transición necesitamos nuevas alforjas. Las que recoge el nuevo paquete normativo sobre Clima y Energía que, previsiblemente, se presentará mañana, y que ha sido el gran protagonista de esta primera jornada.
La propuesta sobre la nueva directiva de renovables pretende sentar las bases para cumplir los objetivos de 2030. Prevé una inversión de 379.000 millones de euros al año (dinero público y privado) a partir de 2021 y la creación de 900.000 empleos en la UE hasta 2030. “Esta revisión total de nuestro planteamiento energético supondrá una revolución completa de los mercados y un rediseño del sistema eléctrico para una mejor integración de las renovables en el marco del sistema”.
Según el comisario de Acción por el Clima y Energía, “el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, nos exige que la UE se convierta en el número uno mundial en renovables. Y por supuesto que se cumpla ese objetivo de alcanzar la cota del 27% de renovables en 2030. A lo que hay que añadir una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero de al menos el 40% (con respecto a las de 1990) y un nivel de interconexión eléctrica del 15%”.
Diseñar un nuevo mercado eléctrico
Arias Cañete ha insistido esta mañana en que la transición energética requiere organización y se asienta sobre tres claves: “la reforma de la directiva de ahorro y eficiencia, la reforma de la directiva de renovables y un rediseño del mercado eléctrico que esté preparado para integrar más renovables”. El comisario español también ha hablado de incentivar las renovables en los sectores de la calefacción y la refrigeración, e incrementando su uso en el transporte, apostando por los biocarburantes avanzados y abandonando paulatinamente los de primera generación”.
Junto a Arias Cañete han estado la vicepresidenta de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), María Fernández Pérez y el presidente de la Unión Española Fotovoltaica, Jorge Barredo. Según Fernández, la transición energética “llevará varios años y tendrá que acometerse de forma ordenada, sin cometer errores del pasado”, garantizando la seguridad de suministro y la competitividad de nuestra economía.
Una transición que afecta de lleno al autoconsumo, “y que exige ordenar el debate. Para ello sería útil definir, junto con el Ministerio, una metodología de peajes y cargos del sistema eléctrico sin poner en riesgo su equilibrio y en la que el consumidor tendrá un papel activo en el desarrollo y en la demanda de un sistema energético más sostenible y eficiente”. María Fernández ha apuntado también que a juzgar por los datos con que cuenta la CNMC, “estamos viendo buenas perspectivas en el desarrollo de proyectos fotovoltaicos en España”.
Subastas: producción antes que potencia instalada
Por su parte, el presidente de UNEF, Jorge Barredo, que ha asegurado que “el borrador de la nueva directiva de renovables es un paso en la dirección correcta” ha reclamado que se establezca un sistema de licitaciones abierto, transparente y no discriminatorio para las energías renovables, que se enmarquen en una planificación a largo plazo, la experiencia internacional y con una consulta previa a los agentes implicados. Y esa experiencia, según Barredo, “nos indica que si queremos conseguir los objetivos a 2020 las licitaciones no se deben realizar sobre potencia instalada sino sobre kWh producidos”. Además, el sector reclama que el 20% de las subastas “se reserven a los proyectos más pequeños, para impulsar un desarrollo más ordenado y equitativo del sector”.
Barredo también se ha referido al autoconsumo. “Es importante que se reconozca el derecho de los ciudadanos a autoconsumir la energía que producen, a recibir un pago por la energía que vierten a la red y que se reconozca el autoconsumo colectivo”.
En esta primera jornada del III Foro Solar Español, también ha intervenido el director de Mercados Energéticos y Seguridad de la Agencia Internacional de la Energía (AIE), Keisuke Sadamori, que ha presentado las perspectivas de la fotovoltaica a medio y largo plazo. Según Sadamori, que ha destacado que 2015 ha sido un año récord para las renovables, unas políticas más decididas en el desarrollo de energía fotovoltaica y eólica incrementarían un 37% el potencial de generación de electricidad para 2040. Para ello, “es necesario proporcionar apoyo financiero para la creación de un marco adecuado de inversión, la financiación de un sistema que permite el desarrollo de las energías renovables y planificaciones energéticas consistentes que pervivan más allá de los cambios políticos”.
La directora del Instituto de Desarrollo Sostenible y Relaciones Internacionales, Teresa Ribera, ha empezando hablando de la anomalía que suponen temperaturas de entre 20 y 36° C por encima de lo habitual en el Ártico, “que nos debería hacer reflexionar si no nos estaremos acercando ya a ese punto de no retorno”. Según Ribera, “en 2030 deberíamos estar emitiendo alrededor de 40 giga toneladas (40 por 1.000 millones de toneladas) y en 2050 solo 15, frente a las 50 que hemos emitido en 2015”.
Teresa Ribera también se ha referido al susto que ha podido suponer la elección de Trump como presidente de Estados Unidos. “Cuando se conoce su victoria en las elecciones, en medio de la COP22 de Marrakech, nadie da un paso atrás. Ni siquiera China o India, que aseguran que habían ratificado el Acuerdo de París independientemente de quién fuera a ocupar la Casa Blanca”. Tanto representantes de diversos Estados norteamericanos, como alcaldes e inversores de EEUU se han desmarcado –según Ribera–, del posicionamiento de Trump frente al cambio climático. “Un escenario muy distinto al que supuso la no ratificación del protocolo de Kioto por parte del ex presidente Bush”.