Por primera vez, el acero no va a servir solo para ser empleado en la capa exterior de los edificios; también servirá para producir energía. Esta innovación, desarrollada como parte del programa de investigación que tiene en marcha ArcelorMittal y sus empresas colaboradoras estratégicas, tiene como principal objetivo ayudar a que el mercado evolucione hacia un modelo que integra directamente las fuentes de energía renovables en los edificios, la creación de energía y su consumo bajo un mismo techo.
El nuevo producto fotovoltaico, denominado BIPV, se aplicará directamente sobre un sustrato de acero que lleva un recubrimiento semiconductor para generar electricidad a través de la radiación solar. Así, el acero jugará un rol esencial en el desarrollo de los sistemas fotovoltaicos más eficientes basados en la tecnología de capa fina, asegura Arcelor Mittal.
Además, de acuerdo con Greg Ludkovksy, vicepresidente de Investigación y Desarrollo de ArcelorMittal, “la producción de paneles solares de acero se basa en un proceso que es más respetuoso con el medio ambiente que el de la producción de módulos solares con paneles de vidrio”.
El nuevo material será ahora instalado y supervisado durante cuatro años en el marco del proyecto Phoster de la Comisión Europea, que promueve el desarrollo del sector de la energía solar.