El complejo solar se encuentra compuesto por una planta termosolar de tecnología de torre de 110 MW y una planta fotovoltaica de 100 MW ubicadas en el desierto de Atacama, la zona con mayor concentración de radiación solar en todo el mundo. Está previsto que la instalación FV comience a operar en el segundo trimestre de 2017, inyectando energía limpia a la red eléctrica chilena.
Por su parte, la planta termosolar dispondrá de un sistema pionero de almacenamiento térmico diseñado y desarrollado por Abengoa, que cuenta con 17 horas y media de almacenamiento, lo que otorga a esta tecnología un alto grado de gestionabilidad, pudiendo suministrar electricidad de forma estable 24 horas al día y permitiendo responder a todos los periodos de demanda de consumo energético.
Inmersa en un profundo proceso de reestructuración, desde principios de año Abengoa está desprendiéndose de activos, con el objetivo de reducir su participación intensiva de capital en proyectos integrados y concentrar su actividad en ingeniería y construcción. El acuerdo alcanzado en octubre pasado con EIG le permite avanzar en la consecución de dicho objetivo, según señala la compañía en un comunicado.
Abengoa, que sigue al frente de la ingeniería, construcción, procura (EPC), operación y mantenimiento de las dos plantas, trabaja con EIG en paralelo para lograr el cierre financiero del complejo solar y la reactivación definitiva de los trabajos en la zona en la primera mitad de 2017.