Entre el 17 y el 19 de junio de 2020 se celebrarán en Múnich Intersolar Europe y otras tres ferias sobre energía en el marco de The smarter E Europe, la plataforma del sector de la energía más grande de Europa. Y los os organizadores del certamen no dudan en calificar de "radiantes" las perspectivas para el mercado solar europeo en 2020 y en los siguientes años. De acuerdo con SolarPower Europe, hasta el año 2023 la tasa de crecimiento anual será de dos dígitos y la potencia fotovoltaica total instalada crecerá hasta los 255 GW.
Alemania, donde se espera un crecimiento fotovoltaico de 26,69 GW hasta el año 2023 y un crecimiento anual del 10 por ciento, seguirá en cabeza. A continuación se sitúan España, Países Bajos y Francia.
La feria
El mercado fotovoltaico en Europa está experimentando un renacimiento, lo que tiene consecuencias visibles sobre la afluencia a Intersolar Europe. Para 2020 se ha vuelto a ampliar la superficie de exposición, y la feria ya tiene reservado más del 90 por ciento del espacio, registrándose un importante aumento en el número de nuevos expositores.
Según las previsiones, The smarter E Europe 2020 acogerá a 1.450 expositores y más de 50.000 visitantes en sus 110.000 metros cuadrados de superficie de exposición. Simultáneamente a Intersolar Europe, se celebrarán también en el marco de esta plataforma de innovación las ferias especializadas ees Europe, Power2Drive Europe y EM-Power.
Factores de crecimiento
Hace diez años, lo que impulsaba el mercado fotovoltaico europeo eran las retribuciones a la energía solar en unos pocos países, pero hoy el mercado se asienta sobre una base sólida. Lo que impulsa de forma decisiva el mercado es la caída constante de los costes y que la electricidad fotovoltaica es cada vez más competitiva, explican desde SolarPower Europe.
Así, solo en 2018 los costes de generación de electricidad de origen solar se redujeron un 14 por ciento respecto al año anterior. Ahora, los nuevos parques solares en campo abierto generan electricidad fotovoltaica con un coste a partir de cuatro o cinco céntimos de euro por kilovatio hora en países como Alemania, mientras que en países europeos con más sol, como España, con instalaciones aún más grandes de decenas y centenas de megavatios, ese coste puede ser de dos céntimos de euro por kilovatio hora.
Esto hace que cada vez adquieran más importancia los modelos comerciales para financiar instalaciones fotovoltaicas sin subvenciones. Según SolarPower Europe, en los últimos cinco años se han firmado en Europa contratos de compraventa de energía (o PPA, del inglés Power Purchase Agreement) entre empresas y centrales eléctricas renovables por un volumen de 7,5 GW; de ellos, 1,6 GW solo en el año 2019.
Son ya 13 los países europeos en los que se han firmado este tipo de contratos de compra de electricidad de origen renovable, actualmente encabezados por Escandinavia, España, Portugal y Gran Bretaña. Pero también se están desarrollando proyectos de PPA en países como Alemania. Por ejemplo, en octubre de 2019 causó sensación el anuncio de EnBW de que va a construir el parque solar más grande de Alemania hasta la fecha (de 180 MW) sin ayudas de la Ley alemana sobre energías renovables (EEG). Esta instalación, situada en Brandemburgo, entrará en funcionamiento en el año 2020.
Tendencias: autoconsumo y aplicaciones intersectoriales
Aparte de los contratos de compraventa de electricidad (PPA) y de su comercialización directa, las licitaciones públicas son un importante impulso para el mercado de la electricidad solar rentable, sobre todo la generada en campo abierto y en grandes instalaciones sobre cubierta. Es así como en varios países europeos se han podido imponer proyectos fotovoltaicos en licitaciones tecnológicamente neutras.
El autoconsumo de energía solar, ya sea en viviendas particulares o en la industria, es una tendencia en muchos países europeos, ya que la electricidad solar generada por los paneles instalados en el propio tejado suele salir más económica que la de la compañía eléctrica. También las baterías son cada vez más baratas. A esto se suma la desaparición de la retribución por alimentar la red en países como Alemania y las nuevas posibilidades de aplicación en el marco del denominado "acoplamiento intersectorial", ya sea para hacer funcionar una bomba de calor o para cargar el coche eléctrico.
El autoconsumo de la electricidad de origen solar también se verá favorecido por el "paquete de energía limpia" de la UE, que estipula, entre otras cosas, que no pueden aplicarse impuestos al autoconsumo.
Otros factores importantes para impulsar la energía fotovoltaica en Europa son los objetivos de protección del clima y de crecimiento para las energías renovables de la UE y los Estados miembros. Según estos, en el año 2030 la UE deberá haber reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero un 40 por ciento en comparación con 1990 (en la actualidad se baraja subir el porcentaje hasta el 55%).
La nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, pretende que la UE alcance la neutralidad climática para el año 2050, para lo que apuesta por un «New Deal» verde.
"Estas buenas perspectivas para la energía fotovoltaica seguirán dando impulso a Intersolar Europe también en el futuro", concluyen desde SolarPower Europe.