Los editores de este medio me dan cada mes la oportunidad de escribir unas líneas, con la idea de que enfoque mis comentarios a una visión sobre lo que está pasando fuera de nuestras fronteras en el ámbito de las energías renovables. Claro que a veces es difícil resistirse a comentar lo que pasa dentro de ellas y me temo que muchas veces no resisto la tentación de utilizar este medio para interpretar de forma muy personal, y posiblemente recurrente, el desastre que estamos viviendo en España.
Una de mis obsesiones, ampliamente manifestada, es la de exponer el hecho, por otra parte ampliamente compartido, de que hay un gran movimiento internacional en cuanto a la necesidad de un cambio de modelo energético y que de forma irrefutable los Países en Vías de Desarrollo están demandando energía de forma exponencial.
Esta situación, sin duda, va a favorecer el desarrollo de nuevos mercados para las energías renovables, lo que en teoría, representa una gran oportunidad para España. ¿Será una oportunidad desaprovechada? Espero que no sea así, pero nada me hace pensar lo contrario.
Mientras escribo estas líneas estoy preparando mi participación en una de las sesiones plenarias del Foro de la Energía de Viena 2013 que se habrá celebrado la última semana de mayo. En este importante evento, organizado por UNIDO se habrán reunido más de 1.000 delegados representando a países e instituciones de todo el planeta, tanto los principales países desarrollados, las economías emergentes, y países en vías de desarrollo. Agencias Internacionales de la Energía, la Comisión Europea, diversos entes de Naciones Unidas, bancos de desarrollo, organizaciones multilaterales, ONGs, grandes empresas privadas del sector energético, etc. . Una larga lista a la que pueden acceder en la página www.unido.org.
El objetivo para el que se reúnen todos estos países, organismos y empresas es para intentar definir el modelo de energía que queremos un año después de Río +20: One year after Rio+20: the energy future that we want.
Al menos bajo mi punto de vista, es (habrá sido) un acontecimiento importante. Ya sabemos que a veces, o muchas veces, los resultados de estas conferencias no son suficientemente satisfactorios, pero poco podremos decir los españoles si no contribuimos en el esfuerzo de trabajar por algo que interesa a nuestro país y nuestras industrias en el escenario internacional.
Imagino que acudirán importantes empresas españolas pero me temo que, desgraciadamente, sin un apoyo relevante de nuestro Gobierno. Eso parece, después de echar un vistazo al programa de los cuatro días que dura el Foro: No hay ni un solo representante español, al menos en las sesiones del programa principal. Corrijo: el Sr. Joan Clos, ex ministro de industria del gobierno anterior y ex alcalde de Barcelona es el moderador de una sesión plenaria que trata sobre la planificación de ciudades sostenibles como Director Ejecutivo de UN-HABITAT.
¿Acudirá, al menos a escuchar, algún representante de alguna ciudad española? Porque falta hace. Y si no que se lo digan a la sra. Botella. En fin, un consuelo en este triste contexto. Pero ya estoy dudando muy seriamente de la consistencia en mi mencionada visión. ¿Estaré equivocado? Parece que la mayoría de los países refrendan mi humilde visión, pero, entonces ¿quién se equivoca? Y lo más importante: ¿qué consecuencias tendrá para nuestro país esta pertinaz apatía internacional?
